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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

jueves, 22 de septiembre de 2016

2-Nuevas habilidades [3]

Kasai y Ram estaban a punto de empezar el entrenamiento en los cielos, solo veían nubes a su alrededor y al oponente.
—¿Listo?—le preguntó Kasai.
—Listo—dijo Ram empezando a ir hacia él.
Kasai alzó la mano derecha y gritó:
Endobimu.
En ese momento. De la mano de Kasai empezaron a salir rayos de fuego que se dirigían a Ram, que los esquibaba como podía mientras seguía avanzando.
Sotakuro.
Kasai empezó a arder con fuerza y se dirigió a Ram a toda velocidad. Ram vio sus intenciones y calculo su trayectoria, por lo que se movió bastantes metros a la derecha. Pero de repente, el trayecto de Kasai, que dejaba su rastro de fuego, torció la recta formando un ángulo obtuso y golpeando a Ram.
Ram cayó unos metros pero pudo volver a enderezarse.
—Veo que has mejorado tu clásico placaje ardiente—comentó Ram.
—Ahora doy siempre en el blanco, con el triple de velocidad y cuatro veces más ardor. Y por las mejoras le he cambiado de nombre.
—¿Cómo se llama?, ¿placaje total?
—Más o menos. Se llama Sotakuro, pero para ello debo llamar a todas las fuerzas que pueda, agota un poco pero me recupero en seguida.
—Yo también tengo novedades, páralo si puedes.
Ram cruzó los brazos y formuló unas palabras.
—Skirl shoot.
En ese momento, Ram empezó a emitir ondas de sonido muy aguas. Kasai empezó a recibir dolor, no podía moverse. Ram dejó los ataques después de unos momentos.
—Me he basado en tu lluvia de yos para hacerlo. Cuando me pongo en una pose y lo activo por voz, emito unas señales de audio muy concentradas que forman mi apariencia. Cuando éstas estallan provocan un dolor insoportable que puede matar si me descontrolo. Solo lo uso como emergencia, pero quería enseñártelo.
En ese momento se oyeron unas risas. Kasai y Ram empezaron a mirar por todos lados hasta que lograron ver en sus cabezas a un hombre. Vestía de negro, solo tenía los antebrazos desnudos, a parte de su cara. Llevaba gafas de sol y un pelo moreno muy corto.
—¡Musha!—dijeron Kasai y Ram preparados para atacar.
—Tranquilos, me confunden con él, pero no soy Saulo.
—¿Saulo?—preguntó Ram.
—Debe ser el nombre real de Musha—dijo Kasai.
—Así es, veo que lo mantiene muy en secreto—dijo el hombre.
—¿Y quien eres?—preguntó Ram.
—Soy su hermano, Francisco Seis-Soles—dijo el hombre,—pero llamadme Edma o Edma13.
—Pues si que te pareces a Musha—dijo Kasai,—¿hermano gemelo o solo a secas?
—Gemelo—dijo Edma.
—¿Y a qué vienes?—preguntó Kasai.
—A entrenaros. Musha solo lucha con gente de calidad y me ha dicho que con vosotros y vuestros enemigos pierde el tiempo. Así que me ha mandado aquí por eso.
—Entonces, debes de tener un poder similar al suyo, ¿no?—preguntó Kasai.
—No por desgracia. Mi padre era un sombra y se casó con una humana, esa combinación solo deja un sombra en la prole. Le tocó a Musha, el resto somos llamados ensombrados, es decir, mitad sombras y mitad humanos. Al principio solo tenemos cualidades físicas pero por ciertas cosas complicadas, cuando creces puedes obtener cierto nivel de poder. No es mucho, pero Musha me enseñó a hacer su movimiento darkness.
—¿Sabes hacer el movimiento darkness?—se sobresaltó Kasai.
—¿Qué es eso?—preguntó Ram.
—Se inunda una gran área de oscuridad durante solo un segundo, tiempo suficiente para que su usuario haga lo que le plazca—le contestó.
—Por desgracia, solo consigo noquear a un par de oponentes como mucho, pero mi hermano suele usarlo para matar a todo un ejército—añadió Edma.
—¿Y puedes hacer algo más?—preguntó Kasai.
—Bueno, cuando dejé de ser ensombrado y pasé a ser lo que se llama una “sombra humana”, adquirí las habilidades básicas: umbraquinesis, vuelo y garras en los nudillos.
—¿Sombra humana?—preguntó Ram.
—Hay varias clases de sombras, yo soy una nueva, pero Musha es lo que se llama una “sombra total”, la más poderosa de todas. Pero dejemos la charla y pasemos a la acción.
—Dices que tienes garras—dijo Ram sacando unas zarpas de los brazos como las de Ogama,—¿son como éstas?
—No mucho—dijo Edma sacando cuatro zarpas de los nudillos de las falanges de la mano derecha,— no son tan grandes, pero sí son de verdad y no de un traje de metal.
—Es increíble, hasta hace los comentarios de su hermano—le dijo Kasai a Ram.
Ram empezó a volar hacia Edma e intentó golpearle con las garras, pero Edma las paró con las suyas. Con la otra mano, cogió a Ram y lo lanzó varios metros.
—Ram, aléjate, lo que aré puede matarte—dijo Kasai a gritos.
Mientras Ram obedecía, Kasai se dirigió a Edma y le dijo:
—Prepárate—Kasai empezó a arde y después gritó,—¡chekkumeito!
Kasai empezó a ser el centro de una enorme bola de fuego concentrado. Una bola de fuego de gran tamaño que llegó a Edma y se mantuvo con ese tamaño unos segundos hasta que reventó. Kasai miró y vio a Edma ileso.
—Es comprensible que mi hermano os venza, puesto que es de clase mayor, pero yo soy de una mucho menor, ¿en serio no tenéis nada?—dijo Edma,—pues dejadme terminar.
En ese momento, Kasai empezó a verlo todo negro. Unos segundos más tarde, Kasai se vio tumbado en el sofá de su casa con Ora delante.
—¿Qué ha pasado?—preguntó Kasai.
—Ram me lo ha contado—empezó Ora,—dijo que Edma usó el movimiento darkness para noquearte, después te cogió y te llevó a Ram, le dijo que te trajera y que otro día vendría un amigo suyo para seguir tu entrenamiento y llegar a superar los límites que te rodean. Llevas tres días inconsciente.
—¿Tres días?
—Hace un par de horas que Wild ha vuelto, préparate, porque vas a Nueva York.

Continuará.

1-Resurgir [3]

Era la noche del uno de septiembre de dos mil dieciocho. Kasai Maguma estaba durmiendo en su cama, a su lado estaba su esposa, Ora Tenshi. Justo en esa noche, una sombra en la pared se movía hacia Kasai Maguma. La silueta siguió avanzando hasta llegar a su lado. La silueta levantó sus manos y le cogió de la muñeca a Kasai, después empezó a agitarla sin parar.
—Papi, papi, no puedo dormir—dijo la silueta.
Kasai miró y vio a su hija, Suta Maguma, una niña de casi dos años de edad, pelirroja como su madre, con los ojos verdes, su carne, mayoritariamente era rosada, como la de su madre, pero desde los codos y las rodillas hasta las uñas era tan negra como el carbón, como su padre.
—Ahora voy Suta—le dijo su padre.
—Es ese hombre malo otra vez—le dijo Suta.
—Deja que se quede—dijo Ora.
—Ya has oído a mami—le dijo Kasai a su hija.
Suta dejó ir una sonrisa y se situó entre sus padres.
A la mañana siguiente, Suta y Ora estaban desayunando mientras Kasai estaba de pie en el jardín, mirando el cielo y pensando.
Momentos después, de la puerta que daba al pasillo salió Ram.
—Buenos días tito Ram—dijo Suta.
—Buenos días a las dos—dijo mientras entraba a la cocina.
—Buenos días—le dijo Ora.
Ram volvió con un cuenco de cereales, miró por la ventana y vio a Kasai. Se giró hacia Suta y le preguntó:
—¿La pesadilla del hombre malo otra vez?
—Lo has vuelto a adivinar—le dijo Suta.
—Magia—le contestó Ram.
—Suta, ¿has terminado?—le preguntó Ora.
—Sí mami.
—Vete a vestir, tienes la ropa preparada.
—Vale mami.
Cuando Suta se fue, Ram y Ora empezaron a conversar.
—¿Cuánto tiempo lleva ya?—preguntó Ram.
—Un año.
—¿Por qué se echa la culpa?
—Es padre, es lógico.
—¿Crees que Wild conseguirá pistas?
—Lleva fuera desde entonces, Kasai quería ir, pero es sobreprotector con Suta, y yo también después de aquello.
—Tranquila, traerán a Yogan a casa—le tranquilizó Ram,—con Kasai no hay quien pueda.
—¿Y el FPTeam?
—Musha y compañía no cuentan, además ha mejorado últimamente, ya no parece La Saeta Ardiente que era antes.
—Ram, sé que te entrena, pero no vayas con él cuando sepa algo.
—Soy tu primo, tu tienes que quedarte con Suta y el resto del pueblo, y puede necesitar ayuda.
—En ese caso, dile que no sea blando la próxima vez que te entrene, el secuestrador de Yogan puede haber mejorado también.
—Yogan es el hijo de Kasai, él haría lo imposible por su familia—terminó Ram.
Ram se levantó y abrió la ventana.
—¿Cuando empezamos?
—Cuando te hayas vestido—le contestó Kasai.
—No seas blando esta vez.
—¿Qué propones?
—Cambiar el mar por el cielo, y que saques tus cristales de una vez, desde que volvimos que no lo haces—contestó Ram.
—Tú lo has querido.

Continuará.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Explicación de La Saeta Cristalina


Como de costumbre en Azsaet!, siempre explicamos parte de una net´saga antes de empezar a publicarla. Esta vez le toca a La Saeta Cristalina, secuela directa de La Saeta Ardiente y La Saeta Sombría. Pero antes de nada hacemos una breve...

Recapitulación:
Kasai maguma es un humano modificado por el Dr.Átomo. Un día conoce a Ramrod Dansu (conocido como Ram) y Ora Tenshi, con la cual acaba teniendo un romance, en una aldea oculta del mundo en la sierra de Collserola. Emprende un viaje de aventuras donde le esperan adversarios y peligros de todas clases. Por un sacrificio por sus amigos, acaba en un lugar llamado El Limbo, donde se reencuentra con un amigo de infancia y logra recordar su pasado. Mientras sus amigos quieren hacerle regresar, él sabe que están siendo engañados por un impostor, por lo que toma medidas que no le salen demasiado bien. Al final logra volver al mundo material junto a Ora, con la cual se prometió estando en El Limbo.

Datos variados:
En el último análisis hecho hace tres días, La Saeta Ardiente tenía un total de 299 visitas (solamente los capítulos), dando una media de 23 visitas por capítulo. Pero su secuela, La Saeta Sombría, tiene un total de 276, y eso que tiene tres capítulos menos, cosa que le da una media de 27'6 (¿qué es eso de que las segundas partes siempre son más malas?). Pero si analizamos lo que tuvo cada capítulo estando solo en su primera semana, la primera parte, tuvo 252 visitas en total (media de 19'38) mientras que la segunda tuvo 179 en total (17'9 de media). Por lo que, si la media en la primera semana de La Saeta Cristalina (por capítulo) supera a 20, prometo una parte 4. Ahora sí, ¿qué encontraremos en la tercera parte de La Saeta Ardiente (La Saeta Cristalina)?
  • Nuevos personajes, entre ellos la hija de Kasai Maguma y Ora Tenshi.
  • Kasai revelará parte de su pasado (aunque podría hacer una net-saga sobre eso).
  • Reaparición de personajes que desaparecieron en la primera parte.
  • La historia será diferente a la primera parte, pero similar a la segunda.
  • Nuevas habilidades por parte de Kasai Maguma.
Los capítulos pueden salir en cualquier momento del día de los días marcados, siempre y cuando no me pase nada. Como en La Saeta Sombría aparecía un [2] en el título de cada capítulo, aquí aparecerá un [3].

Texto:
Han pasado ya dos años desde que Kasai volvió al mundo de los vivos como una versión mejorada. Ahora, ha formado una familia en la que se encuentra su esposa, Ora Tenshi, su hija Suta Maguma, y su primo político-adoptivo, Ram Dansu. Pero Kasai busca desesperadamente a alguien desde hace un año, y con la ayuda de Ram y Wild, seguirá hasta el final.

Noticias/Avisos 16.9.16

Aviso de nueva programación:
Como la semana que viene empiezo mi horario académico, previne las programaciones anteriores para que se pudiesen adaptar al horario. Hoy mismo he vuelto a hacer una modificación para reajustarlo, pero todavía no sé cual será mi horario por lo que supongo que haré una última modificación.
Por si no lo dije (o si lo dije, lo reitero), estas programaciones han modificado las estándar, por varias razones:
    1. Recordemos que entre abril y mayo tenía una gripe muy fuerte, y eso me hizo parar con el blog y provocar los retrasos consecuentes. En junio tuve exámenes finales y pude recuperar parte de los atrasos entre junio y julio, pro en agosto me toco subir a las montañas, donde la cobertura es pésima y era difícil escribir y subir.
    2. Últimamente he visto muchos errores, tanto ortográficos como gramáticos en algunas entradas, y quiero dejar Noviembre y Diciembre libres, los cuales tenían las sagas de Epidemia y Sufvil.
    3. Compensaciones por los atrasos: en teoría La Saeta Cristalina empezaría en Julio y terminaría en Octubre, después dejaría paso a Sufvil para noviembre y a Epidemia en diciembre, pero por los atrasos acumulados se adelantaron y también cayeron en deuda.
    4. Si os fijáis la mayoría de capítulos salen en fin de semana, eso se debe a que por el horario académico, como no sabré como es hasta el martes 20, tengo previsto que los viernes, sábados y domingos, dejar lo que es más lento de subir.
En la nueva programación, todo sigue igual, salvo todo aquello que no se pudo subir entre el uno de septiembre y hoy, por lo que voy a hacer una reiteración hasta diciembre. Ya se que me vuelvo muy pesado, pero Azsaet! está pasando por unas fases muy críticas y quiero comenzar 2017 sin problemas. Además, hay una alta posibilidad de que empiece un trabajo este año y eso también le dará algo de problemas al blog. Dicho esto empecemos:

Septiembre:
  • 16: la explicación de La Saeta Cristalina y su capítulo inicial.
  • 17: 2º capítulo de la misma saga y una descripción de personaje.
  • 18: 3º capítulo y un top.
  • 19: 2º de epidemia.
  • 20: descripción de personaje.
  • 23: 4º de La Saeta Cristalina.
  • 24: 5º capítulo y una descripción de personaje.
  • 25: 6º capítulo.
  • 26: 3º y final de Epidemia.
  • 30: 7º de la Saeta Cristalina.
Octubre:
  • 1: 8º La Saeta Cristalina y otro personaje.
  • 2: 9º de misma saga.
  • 7: 10º.
  • 8: 11º y otro personaje.
  • 9: 12º.
  • 12: especial de Poeta Saeta.
  • 13: FINAL de La Saeta cristalina.
  • 15: nuevo personaje
  • 16: nuevo top.
  • 18: 1º de Sufvil.
  • 22: Azsays.
  • 23: Azsays.
  • 25: 2º de Sufvil.
  • 29: Azsays.
  • 30: Azsays.
  • 31: Final de Sufvil (el 1 de Noviembre es Día de todos los Santos)
Noviembre:
  • 5: poema nuevo.
  • 12: top nuevo.
  • 19: nuevo perosnaje.
  • 26: Azsays.
Diciembre:
  • 3: nuevo personaje.
  • 10:nuevo personaje.
  • 17: nuevo top.
  • 24: Azsays.
  • 25:poema especial de Navidad.

martes, 13 de septiembre de 2016

Noticias/Avisos 16.9.13

Por motivos personales, he querido hacer un pequeño cambio en la programación. Quise avisar ayer, pero no pude porque se me hizo tarde.
La net-saga Sufvil se procrastina y se iniciará después de La Saeta Cristalina. El motivo es que últimamente he estado dentro de todos los capítulos de todas las sagas viendo errores, y creo que es por no prepararlo como es debido. Así que me dará tiempo a preparar mejor esas dos net-sagas. En cuanto a Epidemia, ayer salió el primero,  hoy saldrá el segundo y mañana el último.
Avisaré cuando tenga una programación para Sufvil.

lunes, 12 de septiembre de 2016

1-Interrogando a un fantasma.

Ocurrió la noche del quince de noviembre del año dos mil dieciséis, sucedían atentados desde hacía un año, pero no eran tan graves como los de entonces. En la central de una agencia, la cual no mencionaré, estaba un individuo conocido como Ghost sentado con unas esposas en la sala de interrogatorios. Fuera había un par de agentes hablando hasta que llegó una mujer de pelo castaño y ojos de mismo tono.
—Buenos noches agente Rose—le dijeron.
—Buenas noches—dijo ella,—¿cómo le han atrapado?
—Ha costado, pero al fin pudimos dar con el en una casa que hay en South Detroit Street con la cuarta, aquí, en Los Ángeles. Pudo huir por las azoteas hasta llegar a South Formosa Avenue—empezó a decir uno de ellos.
—Saltó a la calle intentando aterrizar en su famoso aerodeslizador, pero pudimos cogerlo antes, aunque no el aparato—continuó el otro agente.
—Dejad que me encargue yo—dijo la agente Rose.
La agente Rose entró en la sala de interrogatorios y se sentó. Vio a Ghost vestido con su sobretodo negro que le cubría bastante cuerpo, vio su máscara de calavera, vio como él le miraba.
—Sr...Ghost, ¿Por qué le llaman así?—preguntó ella.
Ghost no contestó.
—¿Entiende mi idioma?
No capisco bene l'inglese—dijo Ghost,—pero parlo un poco el spagnolo.
—Bueno, pues nos comunicaremos en español Sr.Ghost.
—Llámeme Ghost.
—Bien Ghost, es italiano , ¿no?
—Sí.
—¿Por qué le llaman Ghost?
—Por como visto, como me comporto, pero supongo que ya lo sabe—Ghost estiró el dedo índice, sacó una pequeña cuchilla y siguió,—podría taglierle el cuello y llevarme la suya sangre. Pero no lo...haré, porque sé que me necesitan, se è visto en el rostro.
—Es cierto Ghost, no estoy aquí por lo que les has hecho a los ejércitos de docenas de países, aunque me ofenda.
Militari solo quieren nuove armi, queste armi puede acabar en el mercato negro, ya hay demasiado en il mondo.
—Me parece bien que tenga opiniones, pero lo que usted hace es delito, podría hacerlo por otros medios.
Tempi disperati, misure disperate.
En ese momento, Rose sacó unas imágenes. En ellas se veían restos de bombas, que parecían químicas, y un sospechoso con máscara.
—Desde hace tiempo, ese individuo esparce un virus—empezó ella.—Al inicio, el virus moría al entrar en la persona, pero con el tiempo lo ha ido mejorando, ha ido dejando bombas químicas en diferentes parques de atracciones de la costa oeste. Hace poco, vimos que el virus podía contagiarse, y lo retuvimos, pero esa persona sigue viva, y dentro de nada podría causar una epidemia.
—¿Qué hace el virus?
—Según las investigaciones, provoca alucinaciones.
—¿Es tutto?
—La alucinaciones van de mal en peor, vienen de las peores pesadillas que uno pueda tener. La mayoría de los que la han padecido están en un ataúd por suicidio.
Sembra un modo creativo per matar senza punizione.
—Ya, pero ahora sabemos que es él.
Meglio tardi che mai, immagino.
—Le cuento esto porque sé que puede ayudarnos.
Usare il fuoco con il fuoco.
—Exacto, queremos que lo traigas con vida.
—¿A cambio de qué?
—Todos esos delitos tuyos, quedarán borrados, nunca habrás hecho nada.
—Yo non sono il Suicide Squad.
—Eso en la primera misión, queremos que sea mercenario, tiene usted un don, Ghost.
—¿Mercenario?
—Cambiar de vida, hacer justicia por otra forma que no sea delictiva, o menos delictiva.
—Suena molto bene.
—¿Que dice, Ghost?
Tutto incubo ha il suo fantsama.

Continuará.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Aleix

Nombre: Aleixandre Valentine (apellidos no revelados aún).
Conocido como: Aleix(para todo el mudno), Xandri (para Mercé)
Nacimiento aproximado: febrero de 1996.
Nacionalidad: España/Francia.
Especie: humano (varón).
Rasgos físicos:

  • Color de pelo: castaño.
  • Color de ojos: verdes.
  • Color de piel: fototipo III, medio(escala cromática de Von Luschan).
  • Altura:1'78m
  • Peso: 78Kg
Personalidad: extrovertido, abierto a la experiencia, responsable, solidario y sereno.
Saga: El Sueño Asaético.
Primera aparición: 6-Vendeta (La Saeta Ardiente)[06/10/2015].
Historia del personaje: Aleix es un católico que ha vivido en Sant Cugat del Vallés toda su vida, con la compañía de su mejor amiga, Mercé Agraéixer. Sus estudios se basan en el mantenimiento de equipos electrónicos, y gracias a ello trabaja soldando placas de circuito impreso.
Historia en las net-sagas: Aleix, al salir de su graduación y visitar a su amiga, recibe la visita de Pro, el jefe de su "difunto" hermano. Junto a su amiga de infancia, se meten dentro de El Sueño Asaético para llevar a cabo una misión. Aleix se da cuenta que su hermano esta detrás del desastre y tiene planes no muy apacibles, por lo que acaba en una batalla fraternal y la destrucción de un submundo. Despés entra de nuevo a ese mundo estando recontruído, donde debe enfrentarse de nuevo a R y su cómplice Ghost, pero Musha se mete de por medio. Después dde hablar con Musha, va a ayudar a Kasai Maguma  al terminar forja una alianza con Musha en contra de R. A esa alianza se suman Sufvil y Ghost, después de ello, van en busca de R, pero su avatar termina en el suelo y deja que Musha se encargue de su hermano. Vuelve a su mundo, donde su hermano, R, es encerrado él vuelve a su vida. Más tarde es convocado para liderar el Dream Team en el torneo Proelio.
Relaciones:

  • Familia
    • Pau Quentin (R) y otros seis hermanos.
  • Amistades
    • Mercé Agraéixer.
    • Musha.
    • Ghost.
    • Sufvil.
    • Estel.
  • Vida Amorosa
    • ---.
  • Contactos
    • Pro38.
    • Kasai Maguma.
  • Rivales
    • ---.
  • Enemigos
    • R.

5-Volando.

 —¿Pau?, Pro me dijo que...—empezó Aleix.
—Bla bla bla, esos inútiles no se dieron cuenta de nada—le dijo R,—te dijo que morí, luego que solo mi alma estaba poseída. Es cierto que morí, como Pau, pero renací como R.
—Y tu alma esta poseída.
—Lo siento Aleix, pero no puedes vencerme, la dictadura a nivel mundial es la única solución.
—Algunos filósofos declaraban que la dictadura es lo contrario a una monarquía.
—¿Y?
—Que definen monarquía como la forma de mandato de un hombre sabio sobre su nación, si la dictadura es lo contrario, no serás más que alguien idiota y rahez.
—Me la suda por el cuello. Pero estás a tiempo, Aleix, únete a mí, de hermano a hermano.
—Tú lo has dicho, mi hermano ha muerto. Tú lo has matado, pero yo haré que vuelva.
—¿Cómo?
—En este lugar eres como un dios, ¿no?
—Si, ¿y?
—Que suerte que mi avatar sea como el tuyo.
En ese momento, Aleix activó su daga para que se formase ese sable de fuego, R empezó a hacer sonar su sierra. Se abalanzaron el uno contra el otro, proporcionando cada uno golpes con su arma, golpes que el otro siempre paraba con su arma.
—Sin duda estamos equivalentes—empezó R,—o quizás no.
En ese momento empezó a elevarse a palmos, estaba volando. Empezó a dar vueltas sin parar, haciendo que Aleix se marease.
—Aleix—dijo pro,—la saeta de platino.
Aleix apuntó a R con el brazo izquierdo y lanzó un par de flechas platino. Vio como éstas perseguían a R, no tenían un rumbo directo como suelen tener las flechas corrientes. R cayó al suelo y Pro volvió a comunicarse con Aleix.
—Usa una cían, pero mantenla en tu mano y piensa que es como una goma elástica.
Aleix hizo caso, lanzó una flecha cían y vio como una flecha dejaba un rastro eléctrico que empezaba en su manos y acababa en su oponente. R se levantó a los aires y se alejó intentando soltarse de ese rayo. Pero Aleix no le dejaba, esperó un momento y lo soltó.
En ese momento R se vio envuelto de rayos por unos segundos y volvió a caer al suelo. Se levantó furioso, se dirigió corriendo a Aleix para hacerle una estocada con la sierra. Pero Aleix la evitó sin problemas gracias a su velocidad. Pero R le cogió su sable de fuego y se lo clavó en el pechó.
Aleix pensó que volvería a la realidad, pero vio como su piel se volvía oscura, como se hacía más grande, notaba dolor en su cabeza, brazos, espalda y piernas. Le estaban saliendo cuernos en al cráneo, codos, muñecas, rodillas y vértebras. Parecía un demonio de dos metros y medio, quizás algo más.
En ese momento R empezó a retroceder asustado, Aleix rugió provocando un seísmo que hizo caer a R al suelo. Después de eso, Aleix empezó a escupir sables hechos solo de fuego, y los escupía hacia R. R los evitaba como podía.
R se levantó y clavó su sierra en el suelo, provocando en el suelo una onda expansiva en la que sierras de cadena salían de la superficie. Aleix se cubrió pero vio como las sierras no le llegaban, y también vio que R no estaba. Era una distracción para darse a la fuga.
Aleix se desclavó el sable y poco a poco fue recuperando su aspecto habitual.
—Pro, ¿cómo puedo alcanzarlo?
—Me temo que no puedes.
—Quizás sí—dijo Estel saliendo de su bota.
—¿Cómo?—preguntó Aleix.
En ese momento Estel entró en el cuerpo de Aleix. Aleix volvió a cambiar de aspecto: sus ojos verdes eran áureos, su piel era algo más dorada, su melena castaña se había vuelto también áurea, le rodeaba un aura áurea.
—Ahora también soy una estrella—dijo Aleix.
Empezó a volar, salió del lugar y empezó a mirar a ver si veía a R.
—Pro, rastréalo.
—Se dirige al noroeste, te saca ventaja, a cuatrocientos kilómetros.
—En menos de un segundo le alcanzo.
Alex fue, y en menos de un segundo vio a R y le golpeó en la cabeza. R cayó al suelo y Aleix descendió hasta él. Aleix vio el lugar y dijo.
—Oh no, Lourdes no.
Efectivamente, estaban en Lourdes, solo que estaba desierta, sin ningún alma. Estaban enfrente de la basílica.
—¿Cómo me has alcanzado?—le preguntó R.
—Supongo que cuando eres estrella, vas a velocidad luz.
—Aún así, no puedes evitar que me haga más fuerte.
—Quizás sí. Me has dado la clave cuando estábamos en Sant Cugat.
—¿Y por qué no lo has hecho?
—Quería que lo vieras, niño malo—terminó Aleix sacándose a Estel del cuerpo,—Pro, dirige mi brazo izquierdo al punto x0 y0 z0.
Aleix vio como su brazo se alzaba y miraba a una dirección. Mantuvo el brazo así, puso la daga en la saeta durada y la encendió. Disparó el proyectil y unos segundos después se vio una luz que envolvió todo.
Acto seguido Aleix se vio despierto de nuevo en la realidad, fuera del Sueño Asaético. Mercé le esperaba.
—Lo has conseguido—le dijo ella.
—Hemos.
Aleix se levantó y vio a Pro.
—¿Qué le ha pasado a mi avatar?
—No esta muerto, se ha quedado flotando en un espacio sin nada, solo él y R, el cuál no volverá.
Aleix fue a la cabina de su hermano y miró los cables que la conectaban con las demás máquinas. Aleix separó todos los cables y volvió a preguntar.
—¿Y ahora?
—Sí que no volverá—respondió Pro, luego, éste se dirigió a su equipo,—deshaceos de él.
En ese momento,se lo llevaron de la sala.
—Esta noche lo celebraremos—dijo Pro,—y mañana volveréis a casa, creo que Mercé debe ir a la carrera, y Aleix a su trabajo, ¿no?

FIN

4-Programando.

Aleix vio que estaba dentro de un monasterio, pero no un monasterio cualquiera, sino que estaba en el monasterio de su ciudad: el monasterio de San Cucufato, en Sant Cugat del Vallés.
Pero estaba algo cambiado, le faltaban los bancos, los muros de mármol que cubrían el altar y éste mismo, pero si que había una especie de ordenador enorme con miles de botones.
Aleix vio a Mercé delante de ese gran ordenador, también vio como empezaba a tocar botones sin parar. Aleix se acercó a ella y empezó a ayudarle.
—Debemos encontrar la forma de colocar el virus S—dijo Mercé.
—Nadie tocará mi preciado virus—dijo una voz cerca de ellos.
En mitad de la sala había un ser, parecía humano, vestía un mono negro que le cubría todo el cuerpo menos los ojos. Tenía unas botas del mismo color, pero tenían rayas celestes. Llevaba también un chaleco, con las mismas características que las botas, el chaleco le llegaba hasta la cintura, por delante, pero hasta las rodillas por detrás. En la cabeza llevaba una corona de platino.
—Aleix—dijo Pro,—es R.
—Yo le entretengo, tú continúa—le dijo Mercé.
En ese momento Mercé empezó a lanzarle bolas de plasma sin parar mientras avanzaba lentamente, con el bate sujetado en una axila. Aleix empezó a teclear con el megaordenador.
—Aleix—dijo Pro,—abre la caja del virus S.
Aleix buscó la pequeña caja y la abrió. Solo contenía una pequeña memoria USB. Aleix buscó un puerto para conectarlo, y vio uno unos minutos más tarde. Conectó la memoria y miró en sus archivos.
Solo contenía un archivo de texto. Lo abrió y vio escrito solo un párrafo.
—Está escrito en pascal, supongo que debo encontrar el programa que contiene a R.
Aleix buscó por todos los archivos. Mientras lo hacía, oía y miraba de reojo como su amiga se las apañaba. En ese momento R empezó a sacar unos pequeños fragmentos de sus manos que Mercé esquivó. Pero esos fragmentos se dirigían a Aleix, por lo que Mercé no tuvo otra que intentar evitar que lo alcanzasen.
Aleix seguía buscando con las prisas en los dedos. Al rato, mientras Mercé le protegía de aquellos fragmentos, encontró el archivo y lo abrió. Empezó a buscar el lugar adecuado. Al encontrarlo, copió el párrafo que contenía a S y lo pegó en un trozo de R. Compiló la modificación, pero saltaba un error.
Aleix volvió a leer la parrafada una y otra vez hasta hallar el error. Cuando lo encontró, lo corrigió y volvió a compilar. Esta vez funcionó, solo hacía falta ejecutar la nueva programación. Aleix no esperó y ejecutó el nuevo programa.
Acto seguido, los pequeños fragmentos que sacaba R de sus manos empezaban a desaparecer. Comprendieron que esos fragmentos eran parte del virus R, y al mismo tiempo vieron que R cambiaba su expresión.
Aleix y Mercé se prepararon para atacar, pero R les frenó.
—Osáis enfrentaros a mí, el gran R—dijo R,—os felicito por lo del virus, pero eso en realidad no es nada. Yo soy quién debéis temer.
—He podido contigo yo sola—dijo Mercé,—imagina ahora que somos dos.
—No me empleaba a fondo, tú si—le replicó R.
—Ya claro—dijo Mercé,—y yo soy gilipollas.
En ese momento R hizo aparecer una sierra de cadena en su mano derecha, ésta se iluminó por su hoja, se alargó y atravesó el brazo derecho de Mercé. Éste cayó al suelo, pero no salía sangre, sino fragmentos rojos. La sierra de cadena volvió a su estado común y R dijo:
—Sí, eres gilipollas.
Mercé se agachó, Aleix corrió en su ayuda.
—¿Estás bien?—le preguntó.
—Aunque seamos avatares, esto duele—le contestó ella,—pero también tenemos trucos.
Mercé corrió hacia R, éste intentó golpearla, pero Mercé tenía a la agilidad como su punto fuerte. Mercé, estaba a sus espaldas, saltó y se ató las piernas rodeando la cintura de R y su brazo al cuello.
—Pro, destrúyeme—dijo ella.
En ese momento se vio como Mercé explotó en miles de pedazos, provocando que a R solo le faltaran las piernas.
—Pro, ¿ella está bien?—preguntó Aleix.
—Sí, está saliendo de su cabina. Pero creo que su sacrificio ha sido en vano.
En ese momento, Aleix vio como R volvía a recomponerse. Pasaron unos minutos hasta que R estuvo en su forma total.
—Pero, ¿como...?—empezó Aleix.
—Verás Aleix, yo vengo del mismo lugar que tú. Hace tiempo creé este mundo para una buena razón, pero cuando entré, vi lo que podía hacer. Me decidía a tomar las riendas, quedarme hasta hacerme los suficientemente fuerte para así, un día volver y gobernar la humanidad a mi modo.
—¿Por qué?
—La humanidad, como concepto, está dejando de existir. Pero todavía no es tarde, podemos hacer algo.
—¿Y la segunda oportunidad?
—Ya, pero sabes de sobra que...—volvió R, se quitó su corona y el pasamontañas para dejarse ver el rostro. Era Pau, el hermano de Aleix,—...yo no creo en las segundas oportunidades.

Continuará.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Noticias/Avisos 16.9.10

El último aviso dije que las cosas se han atrasado un poco por ciertos fallos. Y ahora me complace decir que retomaré las riendas (o pondré cartas en el asunto). Por lo que durante 5 días vamos a estar cargaditos de capítulos. Por lo que me he vuelto a organizar para dejar a La Saeta Cristalina despejada, así que la cosa viene bien.

Mañana 11: acabaré El Sueño Asaético de una vez  se está escribiendo ahora mismo el cuarto episodio), también traeré la presentación de Aleix como personaje.
El 12: empezaremos con Epidemia, y mejor con 2 capítulos (y puede que algo más).
El 13: como me caen bien los martes 13, se terminará Epidemia, se comenzará Sufvil y explicaremos de qué irá La Saeta Cristalina.
El 14: dos últimos episodios de Sufvil (y puede que algo más)
El 15: para tomarme algo de descanso, solo daré la descripción de un personaje (y puede que algo más).
A partir del 16 sigue todo igual de previsto, no cambiará nada.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Noticias/Avisos 16.9.7

Como podéis ver, no ha pasado una semana desde la última advertencia. Pero la verdad, prefiero explicar que ocurre a callarme y no dejar constancia. Como habéis podido observar, voy con un lijero retraso, y eso se debe a que tengo errores con el programa de escritura que uso parea los capítulos y debo arreglar lo que le pasa. 
Podría escribir los capítulos de las net-sagas directamente en los borradores de la bitácora, pero me es más favorable hacerlo en el programa. Puede que tarde un par de días en solucionarlo, pero en cuanto lo haga me pondré con todo, ya que dependo mucho de dicho programa.
Sinceramente, lo lamento.

lunes, 5 de septiembre de 2016

3-Llegando.

Los dos amigos empezaron a caminar por las cavernas del Tártaro, siendo guiados por los Pro38.
—Una pregunta—empezó Mercé,—si el Tártaro es el Infierno, ¿por qué estamos aquí?, se supone que los seres de carne no pueden entrar hasta haber muerto.
—Hay quien cree que el Tártaro es lo que hay antes del Infierno—empezó Aleix,—uno de los dos únicos lugares donde la gente viva puede entrar. Solo que nadie vivo suele venir aquí por el canguelo.
—Que Inri nos proteja—dijo Mercé.
—Ahora mismo lamento no llevar crucifijo—dijo Aleix,—nos podrían haber puesto uno.
—Marchando—dijo Pro.
Mientras Aleix y Mercé notaban como los crucifijos se formaban en sus cuellos, seguían caminando. Bajaron por varios pasillos, subieron escaleras hasta que encontraron un lugar siniestro, demasiado.
Era una sala redonda, con algo que parecía una mesa circular. Esa mesa contenía un espejo encima que mostraba diferentes puntos del espacio. Se veían las constelaciones: Hércules, la osa mayor, Orión, etc. Pero en un momento, se situó justo en una, la cual explotó en ese momento convirtiéndose en una supernova. En es momento, una luz empezó a bajar de forma horizontal por la pared circular. Se dirigía a un agujero, pero Aleix la cogió a tiempo y se quedó observándola.
—¿Qué es?—preguntó él.
—Soy el alma de una estrella muerta, por mi fin viajo a un lugar inalcanzable para el ser humano, un lugar donde mi luz no se volverá a ver.
—¿De verdad quieres ir?
—No, pero no tengo remedio.
—Puedes acompañarnos, si quieres.
—Me encantaría—dijo la estrella con tono alegre,—por favor, llamadme Estel.
Mercé en ese momento se apoyó en una pared. De repente se abrió mostrando una gran serie de armas que parecían dagas de hoja serpentina. Aleix dejó ir a Estel, ésta se quedó dando vueltas sobre él. Aleix fue a coger una daga, pero Mercé le paró.
—Espera—dijo ella,—y si te pasa algo.
—Quien no arriesga no gana—dijo Aleix cogiendo una.
—Yo no cogeré ninguna—dijo Mercé.
—Pro, averigua que hace—dijo Aleix.
Aleix se guardó la daga y salió por la puerta. Mercé le siguió. Estuvieron caminando durante horas, dirigiéndose al punto marcado.
Pero no estaban solos. Cerca de las dos horas de trayecto, unos seres humanoides sin piernas se les aparecieron, seres hechos de humo negro y varios fragmentos que circulaban aleatoriamente por ese humo, fragmentos que parecían 0s y 1s.
Aleix vio las intenciones de los visitantes y empezó a destrozarle a cada uno que se le acercaba su cabeza. Mercé vio que se le acercaba uno, así que se protegió con la tonfa, acto seguido le apuñaló con su cuchillo y le degolló la cabeza. Aleix vio un grupo de esos bichos a lo lejos, así que, mientras apuntaba con el dispositivo de las saetas de su brazo izquierdo, pensó en el color naranja.
La saeta naranja se ilumino y dejó aparecer una flecha del mismo color que se dirigió hacia ese grupo. Cuando impactó, dejó salir una explosión.
—Ya sé que hace la naranja—se dijo Aleix.
Un monstruo se acercó a Mercé y ella contraatacó con la tonfa, pero el bicho se la quitó. Mercé se defendió disparando una bola de plasma de su arma con forma de bumerán. Justo en ese momento, otro de los monstruos cogió a Mercé por las espaldas. Aleix lo vio y le apuntó con las saetas. Disparó una flecha áurea que iba a la velocidad de la luz y atravesó el cráneo del ser de humo.
—Aleix—empezó Pro,—por el momento sabemos que si el rubí de la empuñadura recibe algo de calor, sacará una hoja de espada o de sable, según la personalidad del portador.
En ese momento Aleix le dio el bate a su amiga, cogió la daga como si fuera un puñal y empezó a frotar ese rubí con el pulgar. Al acto, salieron unas llamas de colores áureos y rojizos formando un sable.
En ese momento, tanto Aleix como Mercé no pararon de atacar, cortando a sus enemigos por la mitad o destrozándoles el cráneo. Al terminar con el último, Aleix dijo:
—Vendrán más, tendremos que acelerar el ritmo.
Ambos empezaron a correr, siguiendo las instrucciones de los Pro38. Se pasaron gran parte del tiempo corriendo sin parar, evitando los obstáculos tanto como podían. Siguieron corriendo hasta llegar al punto marcado.
El punto era algo extraño, parecía un punto de verdad de color negro en medio de todas esas cuevas.
—¿Y ya está?—preguntó Mercé.
—Me esperaba más—dijo Aleix.
En ese momento empezaron a oír unos ruidos por todas partes.
—Vienen más bichos—afirmó Aleix.
En ese momento Mercé probo una alternativa: tocar el punto. Cuando lo hizo, despareció, no solo del lugar, sino de las pantallas de la central de los Pro38. Aleix empezó a dudar, no sabía si quedarse o seguirla, no estaba seguro de seguir con vida después de tocar el punto.
Pasados unos instantes, cuando oía los ruidos más cerca, tocó el punto, y también desapareció.

Continuará.

domingo, 4 de septiembre de 2016

2-Entrando.

Aleix y Mercé llevaban varias de semanas entrenándose en las instalaciones de los Pro38. El avatar de Mercé estaba casi listo para poder usarse.
El uno de septiembre del mismo año, les condujeron a una sala donde empezaron a explicarles la misión que debían hacer.
—Durante los últimos meses—empezó Pro,—el virus ha empezado a contagiar a todos que habita ese submundo. Pero ya lo teníamos previsto, por eso vuestro entrenamiento a tenido más duración.
En ese momento, Sabio entró. Era un hombre sentado en una silla de ruedas dirigida por unos mandos muy sofisticados.
—La misión consta de llegar a donde empezó ese virus, y nuestros últimos datos sitúan que empezó en las coordenadas x13 y04 z15.
—Pau se quedó ceca de esos puntos—continuó Pro,—en algo llamado el Tártaro. Allí será donde apareceréis, os guiaremos para llegar a ese punto lo más rápido posible. Cada uno de vuestros avatares trae consigo una muestra de nuestro virus S.
—¿Qué es?—pregunto Aleix.
—Un complemento altamente destructivo, tanto como R. Pero solo tiene una función: fusionarse con el virus R—empezó a explicar Sabio,— y esa fusión crea lo altamente destructivo, pero solo afecta al virus, no a quien lo lleve.
—¿Preguntas?—dijo Pro.
—Solo un par—dijo Mercé,—la primera: si me habéis hecho un avatar, ¿por qué no os habéis hecho uno a vosotros y os ahorraríais meternos?
—Lo hicimos—respondió Pro,—pero todos cayeron, y ene se mundo solo se puede tener un avatar, así que nadie de los Pro38 puede volver allí. Y cómo Aleix tenía un ADN bastante compatible con su hermano, solo requería unos cambios poco importantes.
—Eso me deja a mi una pregunta—dijo Aleix,—si tuvisteis vuestros avatares e hicisteis el Sueño Asaético, eso implica que vuestros avatares murieron. ¿Por qué mi hermano no volvió?
—Porque nuestros avatares tenían un mecanismo de seguridad que tu hermano no tenía, la autodestrucción. Autodestruir nuestros cuerpos hacía volver nuestra alma y nuestra mente. Pero Pau no lo tenía, su avatar se murió, y su alma y mente quedaron atrapadas en ese submundo, esperando volver. Pero no le podemos dejar entrar.
—Por lo de R—comprendió Aleix.
—Así que inhabilitar el virus, podría hacer volver a Pau también—terminó Sabio.
—Segunda pregunta—siguió Mercé,—¿por qué aparecernos en el lugar en que Pau murió como avatar?
—Nosotros no llegamos tan cerca, Pau sí—respondió Pro.
—La autodestrucción—empezó Aleix,—solo se usa en caso de que R esté a punto de entrar, supongo.
—Sí—afirmó Pro,—y ahora Sabio os dirá la equipación que tendréis en vuestros avatares.
—En primer lugar—empezó Sabio mostrando una pantalla,—ambos vestiréis con atuendos a vuestras nacionalidades, como la costumbre que soléis tener. Cada prenda de ropa no solo es cómoda para el movimiento, sino que os protegerá de las balas y el fuego. No sabemos qué encontraréis allí, así que os hemos puesto armas. Aleix, tú llevarás un dispositivo en el brazo izquierdo que te permitirá disparar cuatro proyectiles diferentes. También te hemos puesto un bate para el cuerpo a cuerpo. Mercé, tu tienes un arma peculiar, un bumerán que se puede usar como pistola de plasma, además de un cuchillo, que lleva unos mecanismos que te permiten recuperarlo en caso de que lo lances, y una tonfa. Para comunicarnos con nosotros, vuestros avatares tienen unos dispositivos en el oído, boca y ojo.
—Muy bien—volvió Pro,—mañana entraréis, debéis descansar esta noche.
Aleix y Mercé se fueron cada uno a sus habitaciones. Se metieron enseguida en la cama, porque el día de mañana les esperaba lo más duro y doloroso que jamás iban a tener, según ellos creían.
A la mañana siguiente, habiendo desayunado, los dos amigos fueron conducidos a una sala donde tenían tres cabinas con forma de tubo. Una de las cabinas estaba ocupada por Pau. Las otras dos estaban vacías.
Aleix vio a su hermano, en ese momento Mercé le puso la mano encima del hombro.
—Tranquilo, ya verás como volverá—le dijo.
Aleix vio que en una de las paredes de esa blanca sala había un vidrio. Supuso que detrás estarían las computadoras de mandos para el Sueño Asaético.
Ambos se metieron en las cabinas y vieron como el cristal curvado de cada una empezaba a descender hasta cerrarse. Después, cada uno notó los pies y las manos atadas con una barra de acero. Lo mismo sucedió con la frente de la cabeza.
—Es por seguridad—les tranquilizó Pro a través de los auriculares de la sala.
En ese momento notaron como un gas empezaba a expandirse dejándolas dormidos. Aleix notó como los auriculares empezaban a sacar las palabras de Pro diciendo: “escaneando usuarios”, “transfiriendo datos” y “virtualición”.
Aleix notó como la luz le venía, notó muchas turbulencias y una fuerte brisa. Cuando todo eso terminó, vio que estaba en un lugar siniestro, una caverna de tierra negra con agua demasiado azul.
Vio que vestía una camisa de la selección española de fútbol con el número 13 y su nombre, unos pantalones cortos blancos, en la mano derecha un guante que solo le cubría la mano, el dedo índice y parte del corazón y anular. En el brazo izquierdo vio que tenía dos brazaletes, uno en la muñeca y otro en el codo, unidos por cuatro saetas de colores dorado, cían, naranja, y platino. Pero al ver los pies, vio que le faltaba el pie izquierdo y parte de la pierna.
—Pro, creo que ha habido un problema—dijo Aleix.
—Lo sabemos Aleix, lo estamos solucionando. Por desgracia, como ya has entrado en tu cuerpo no podemos añadirte una pierna de carne.
Aleix vio como en el resto de la pierna que le faltaba empezaba a aparecer una prótesis que constaba de una barra de acero con una suspensión negra y un pie de plástico cubierto por el resto del calzado, unas botas de montaña. Vio que en el suelo estaba el bate que le pertenecía y lo cogió. Miró a sus alrededores y vio a Mercé a unos metros.
Cuando se reunió con ella, vio que estaba vestida con una camisa gris con dos estampados, un águila cogiendo un planeta con tres órbitas por delante y la bandera de los Estados Unidos por detrás. Tenía unos pantalones tejanos que le llegaban a las rodillas, unas botas militares negras, el mismo guante en la mano izquierda, un brazalete que parecía la señera catalana y una banderín de España que daba media vuelta a su cintura. También vio en su brazo izquierdo la tonfa y en el otro lado de la cintura la vaina con el cuchillo, el cual tenía un anillo en la empuñadura.
—Bien chicos, que os parece—les dijo Pro.
—Está bastante bien—dijo Mercé.
—Excepto las flechas—dijo Aleix,—bloquean el movimiento, ¿podéis hacer algo?
En ese momento, el artilugio del brazo de Aleix empezó a encogerse hasta ser solo un brazalete negro en su muñeca con las cuatro saetas midiendo solo trece milímetros.

Continuará.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Canción de Kasai.(Eespecial aniversario de Kasai Maguma)

Conozco el son que las sombras dan
y el aire me abraza sin apenas arder.
Tú en mi historia no tienes lugar,
no eres más que un niño que no sabe qué ver.

Todo lo que me toca empieza a quemar
e incluso todo lo que pueda ser amistad.
Fuego y magma siempre me protegerán,
es mi hogar de equilibrio, un mágico clan.

Como una sombra soy
y rodeado de fuego estoy.
Hay una fuerza estelar
en mí cuando mi furia doy.
No puedo estar
con nadie más.
No miro atrás
y solo voy.


Sé como es todo ese mundo que vi
y lo quiero apartado de mí.
Sentí su maldad, y su falta de humanidad
y mi mundo solo está hecho de soledad.

Pues una sombra soy
y junto al fuego estoy.
Hay una fuerza estelar
en mí cuando todo doy.

No quiero estar
con nadie más.
Lo dejo todo atrás
y solo voy.

Poema compuesto por azsaeta el 15 de septiembre de 2015.
Expuesto en el blog Azsaet! dentro del capítulo 3-El pequeño Ram ese mismo día.
Sale hoy, 1 de septiembre de 2016 por el aniversario de Kasai Maguma.

10-El nuevo Fuego [2]

—¿Cómo es posible?—preguntó Vatra.
—Tú eres una máquina, si te estropeas solo pueden repararte los expertos, pero yo vengo de un cuerpo humano, mi regeneración es cuestión de tiempo—contestó Kasai.
—Pero necesitas armadura.
—Cierto es, o lo era. Mientras mi alma recorría el limbo, mi cuerpo estaba sumergido en lava, y no solo me ha regenerado las heridas que me hizo el rey de Ovarion, sino que además me ha mejorado, no necesito armadura, ya no.
—Pues la verdad—siguió Vatra,—se que cada saeta ardiente es mejor que su antecesora, yo soy el once y tu el trece, así que lógicamente eres mejor que yo.
—Cierto.
—Menos mal que es mejor prevenir que curar.
Cuando Vatra dijo eso, golpeó a Kasai y logro soltarse. Los cuerpos de Fupo y Ogama fueron directos a Vatra y empezaron a fusionarse. A los pocos momentos, Vatra se había hecho más grande y tenía un exoesqueleto fusionado a su armadura blanca, añadiendo tres zarpas del tamaño de hojas de guadaña en cada mano.
—¿Y ahora que dices Kasai?
—Pues que David mató a Goliat.
—Ya veo que vuelves a ir de tipo duro.
—¿Qué quieres que diga?, has utilizado a mis amigos, mi pasado en mi contra y has matado a Konran. Prepárate para lo que es bueno.
En ese momento Kasai empezó a arder y a correr hacia a Vatra, la decimotercera saeta ardiente había vuelto, esta vez no necesitaba armadura para proteger su carne viva, sino un grupo de vidrios para intimidar a sus nuevos adversarios.
Vatra dio un zarpazo pero Kasai logró esquivarlo y hacer que se clavase en el suelo. Se puso encima del brazo clavado y vio como Vatra contraatacaba con el otro brazo. Kasai decidió esperar hasta que lo vio lo suficientemente cerca. Se convirtió en pequeños fragmentos de fuego que rodearon el brazo de abajo a arriba, provocando que Vatra se autoamputase el otro brazo.
Kasai estaba en el aire, viendo a Vatra solo con un brazo. Empezó a arder otra vez, pero esta vez, decidió ir en picado. Caía a gran velocidad, como un meteoro. El impacto ocasionó una explosión que hizo retroceder a Vatra varios metros.
Kasai cogió el brazo roto y empezó a quemarlo. Lo empezó a girar hasta lanzarlo contra Vatra. El brazo, con las tres zarpas de Ogama, fue a clavarse en la cintura de Vatra y dejaro inmovilizado a la pared.
—Lo reconozco Kasai—empezó Vatra,— no he podido hacer nada contra ti.
—¿Por qué fuiste a por mi?
—Es sencillo, yo solo quería ir a por la número doce, ¿pero quien fue a por él?,¿quién lo destrozó?, necesitaba saciar mi venganza de algún modo.
—Supongo que ya has aprendido que de los errores se aprende, porque con nosotros no se mete nadie—termino Kasai.
En ese momento hizo aparecer dos bolas de fuego, una en cada mano. Juntó sus manos y las dos esferas empezaron a girar formando una corona circular que poco a poco se hacía más grande.
—Dale recuerdos a Fupo, a Ogama y a nuestro creador de mi parte—dijo Kasai.
Dicho esto, las dos esferas fueron a gran velocidad hacia Vatra formando dos espirales. Cuando llegaron a rozar a Vatra, estallaron ambas, dejando un gran desperdicio de cables, metal y otros componentes electrónicos.
Kasai supo que Vatra se había ido para siempre cuando vio a las cuerdas de fuego blanco que ataban a sus amigos desvanecerse en la nada.
En esos momentos, la esfera empezó desaparecer y volvieron a estar en el Limbo de Fernando, prácticamente en el prado de hierba.
—Veo que habéis vuelto—dijo una voz por detrás.
Se giraron y vieron que el guardián estaba esperándoles.
—Te felicito Kasai, no solo has derrotado a Vatra, para siempre, sino que ademas has permitido que alguien que odias te ayude.
—Creía que Musha sería un enemigo al que nunca venceré—empezó a decir Kasai,—pero me he dado cuenta de que no es más que un rival.
—Él piensa lo mismo, bueno en realidad cree que eres un rival al que vencerá sin usar ni sentidos ni extremidades, pero puede que algún día lleguéis a trabajar juntos. Su destino es muy opuesto al tuyo—concluyó el guardián,—y...no suelo hacer esto, pero os lo habéis ganado.
En ese momento, el guardián de El Limbo señaló con su mano a una zona. En esa zona se veía una pared dorada y transparente. Detrás se veían a unas personas. La primera era la madre de Ram, los dos siguientes eran un matrimonio y por último estaba la chica rubia con la que Kasai había soñado tantas veces.
Kasai vio como Ram se dirigía a su madre, Ora al matrimonio, cosa que le hizo suponer que eran sus padres. Kasai y Wild se dirigieron a la chica rubia.
—Hola Fernando—le dijo ella poniendo una mano en la pared.
Kasai puso su mano opuesta sobre la misma.
—Hola Blanca.
—Te he visto desde el día en que morí.
—Supongo que estarás decepcionada, cariño.
—No. El hombre con el que me casé murió conmigo en aquél accidente. Te transformaron en otro.
—Ya, pero maté a gente.
—De forma involuntaria.
—Pero, ¿no estás enfadada?
—Fernando, desde que morí que estás libre de lazos, yo estoy muerta, pero ella no—dijo señalando a Ora Tenshi.—Ella es ahora tu media naranja. Cuídala como me cuidaste a mí.
—¿Y que hay de nuestra familia?
—Nuestro hijo fue incubado, por suerte. Está siendo criado por papá y mamá. No les digas nada, no te verán como antes.
—Entendido.
—Y Willy—dijo Blanca dirigiéndose ahora a él,—gracias por cuidarle todo este tiempo.
—Ya—dijo Wild,—algún día tendrás que pagarme los trabajos de niñera—continuó bromeando.
Blanca se rió y dijo.
—Debo irme, solo nos han dado unos momentos.
En ese momento Kasai vio como Blanca se desvanecía. Notó que los padres de Ora y la madre de Ram también lo hacían.
Kasai retrocedió junto a Wild, Ora y Ram siguieron sus pasos. Cuando las cuatro almas se desvanecieron por completo, Kasai empezó a iluminarse lentamente.
—Llévales dónde tú sabes—le dijo Kasai a Wild.
En ese momento Kasai emitió un destello y desapareció.
—¿Qué ha pasado?—preguntó Ora.
—Debemos irnos—dijo Wild.
Wild extendió sus brazos y creó una especie de portal, lo atravesó y esperó a que Ram y Ora hiciesen lo mismo. Cuando lo hicieron, vieron que estaban en Ovarion, en una roca rodeada de lava.
—¿Qué hacemos aquí?—preguntó Ram.
—El resurgir de la Saeta Ardiente número trece—contestó Wild mientras se dirigía a la orilla.
En ese momento, Kasai Maguma salió disparado de la lava y aterrizó de cuatro patas en la orilla. Ram se fue corriendo hacia él. Kasai le acarició el pelo y luego chocó el puño con el de Wild. Ora se acercó lentamente.
—He vuelto—exclamó Kasai sonriendo.
—Bienvenido—le respondió ella con la misma sonrisa.


FIN.
Kasai, Ram, Ora y Wild volverán en La Saeta Cristalina.