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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

viernes, 18 de marzo de 2016

5-La Singularidad.

 Musha empezó a correr todo lo rápido que pudo, la erupción blanca que iniciaba el agujero negro estaba detrás de él. Con un poder como el suyo, era capaz de alcanzar altas velocidades.
—Vamos Musha—empezó a decirse,—eres capaz de ir 39 Gm/s gracias a tu enfermedad. No falles ahora.
Musha seguía corriendo con la erupción detrás de sí. Al cabo de unos momento había salido de la base, pero notó que la erupción estaba ya pisándole los talones. Decidió formar una bola de energía verde en su mano y la lanzó hacia el espacio, segundos más tarde se teleportó justo a donde llegó la bola.
La erupción había terminado su tamaño. Por lo que empezó a encogerse. Cuando finalizó el proceso en unos segundos, el agujero negro empezó a surgir tragándose la Luna a trozos.
—¿APM?,he salido de la zona, pero el agujero cada vez se hace más grande—dijo Musha por el intercomunicador.
—Lo vemos—dijo Regi desde el otro lado,—calculamos que en un par de horas tendrá el suficiente tamaño como para tragarse la Tierra.
—¿Qué hago para evitarlo?—preguntó.
—No se puede hacer nada—dijo Regi,—nadie puede sobrevivir a ésta catástrofe.
Musha miró hacia el agujero. En ese momento se acordó de que antes de la erupción, sacó un brazalete de la máquina que lo contenía. Miró el brazalete y volvió al intercomunicador.
—¿APM?
Seguimos aquí, Musha.
—La erupción comenzó cuando quité algo de la máquina, ¿que pasaría si lo devolviese, pero justo en el núcleo?
—Un momento, lo consulto con mi gente—dijo Regi, unos segundos más tarde volvió.—Surgen teorías de que si lo haces, el agujero empezaría a encogerse hasta extinguirse, pero hay consecuencias.
—¿Qué clase de consecuencias?
—Si lo haces, en el peor de los casos harías una especie de erupción temporal, haciendo que no solo recordemos nada, sino que todo volvería a su estado pero...
—¿Pero qué?
—Como en todos los casos acabarías muriendo dentro, nadie recordaría lo que hiciste, por lo que tu desaparición sería misteriosa e inexplicable para esa alternativa.
—Me es suficiente.
—Acabo de decir que morirías si lo hicieras.
—Moriría de todas formas.
Musha, se quitó el intercomunicador y empezó a dirigirse hacia el agujero negro. A los pocos segundos, ya estaba dentro, viendo como un montón de rocas, piezas metálicas y cadáveres giraban de forma aleatoria.
—Debo dirigirme al centro—se dijo Musha,—la forma más rápida es ir directamente, pero será difícil puesto que todo gira.
Musha empezó a ir de forma directa hacia el centro. Llegó a una plancha metálica de unos metros de largo. Hizo salir una zarpa curvada de sus nudillos, la clavó en el metal y fue corriendo hacia el extremo. Saltó y llegó a unos cables por los que se deslizó. Fue haciendo lo mismo por cada cosa que se encontraba hasta ser lo primero en el agujero negro.
Musha se quitó la pulsera del brazo izquierdo con la mano derecha. Poniéndolo delante de sí, mirando al epicentro esperando al momento de meterlo.
Cuando solo le faltaban unos metros, la D del brazalete empezó a iluminarse mientras que unas voces surgían en su cabeza. La voces no paraban de repetir las palabras “Gidet Caos” todo el tiempo. No pararon de decirlo hasta que Musha habló.
—Gidet Caos—gritó con rabia.
En ese momento, el brazalete y los trece diamantes de su brazo se iluminaron con una luz blanca. Esa luz se metió también en su brazo y luego, Musha no pudo ver nada más ya que una luz blanca le había rodeado por completo.
Justo en el momento del impacto, surgió un resplendor blanco que iluminó todo el espacio, dejando la situación como si no hubiera pasado...tal como Regi dijo.

FIN.


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