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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

jueves, 21 de septiembre de 2017

13-Consecuencias [3]

Ha pasado ya un tiempo. Kasai y Ora estaban corriendo por un bosque en una montaña, de noche. Ora sujetaba en brazos a su hija Suta e iba por delante de su marido. Por detrás, se veían unas luces y unas voces que los perseguían. Parecía que querían lincharlos.
—¿Cómo estará Ram?—preguntó Ora.
—Está con Willy, no les pasará nada.—contestó Kasai.—Deberíamos acelerar el paso o nos alcanzarán, ya hemos perdido un hijo.
—Voy con Suta en brazos y no soy tan rápida como tú, si tuviera los poderes que nos cedió Musha, aún, pero la situación es la que es.
—Agarra fuerte a Suta—dijo Kasai mientras tomaba a su mujer en brazos y comenzaba a acelerar.
Kasai sentía las luces y las voces aún más lejos, así que siguió acelerando hasta que vio algo en frente.
—¡Una carretera!, les podremos despistar—dijo.
En ese momento, u furgón blindado con el emblema de la WPA, la agencia de protección mundial, se detuvo delante, en la carretera.
—¿Más problemas?—preguntó Ora.
En ese momento, del maletero del furgón salió un hombre calvo. El hombre estaba dispuesto a hablar justo cuando Kasai se paró delante.
—Familia Maguma Tenshi, si quieren sobrevivir, entren—les dijo.
—¿Cómo nos podemos fiar de usted?—le preguntó Ora.
—Soy su única solución.
Kasai entró sin pensarlo y sentó a su mujer y a su hija. El hombre entró, cerró la puerta y dio unos golpes a la cabina del conductor. En ese momento empezaron a arrancar.
—No se preocupen por sus amigos Willy Wild y Ramrod Dansu, les ha localizado otra unidad y van a buscarlos—les dijo el hombre.
—¿Quién es?—le preguntó Kasai.
—Heishi Hacka, Saulo “Musha” Seis-Soles, Aleix Valentine, el príncipe Sufvil, Giovanni “Ghost” Sócrate, ¿le suenan sus nombres?—le preguntó el hombre.
—Por su puesto, Heishi era una buena amiga, y en cuanto al FPTeam, los hemos conocido y encontrado con ellos varias veces—contestó Kasai.
—Soy Hugo Sota, ex-capitán general de la WPA—se presentó el hombre.
—¿Ex-capitán?—preguntó Ora.
—Las altas esferas han decidido que los no-humanos no debéis estar vivos, y no solo es por lo de Barcelona, sino por mucho en general. Sabemos que, como los humanos, tenéis vuestra forma de pensar, sabéis que es el bien y el mal, pero la gente humana ha tenido miedo desde que se aceptó que vivierais entre los humanos. Yo he tenido agentes a mi disposición que no eran humanos, de hecho, eramos la única organización que contaba con esos recursos. Al mismo tiempo que las altas esferas han decido eliminaros, y que el pueblo se ha puesto de su parte de forma tan brusca, han desmantelado WPA. No quedan ya muchos como vosotros.
—¿A dónde vamos?—preguntó Suta.
—Hay una base que solo algunos de mis hombres y yo conocemos. Mientras las demás se han ido abajo, está sigue siendo segura. Tardaremos un poco, pero lograremos llegar. Ahora vamos al aeropuerto, donde un jet nos espera. Una vez en la base, tanto padre como hija deberán someterse a un proceso.
—¿Por qué solo mi marido y mi hija?—preguntó Ora,—¿y qué proceso?
—Usted, sra. Maguma, puede pasar desapercibida por su parecido humano, pero su marido no, y su hija tampoco. El proceso será darles ciertos dispositivos que no se puedan detectar que...
—Anularan nuestros poderes, y nos dejaran como humanos.
—Exacto, pero esos dispositivos pueden desactivarse, mientras que a otros se les anula el poder, a ustedes, por su contribución en los últimos años, se les da esa opción. Pero luego, solo ustedes podrán rehacer su vida.
—Muchas gracias—le dijo Ora.
—Se lo merecen, no sé cuánto difícil es que te roben una vida dos veces—dijo mirando a Kasai.—Es cuanto puedo hacer, mientras nosotros seguiremos de forma extraoficial, así que si nos necesitan, solo llámenos, les daré el número cuando lo cambiemos todo.
En ese momento, Kasai miró a su mujer y a su hija y pensó: “Nunca pensé que así terminaría La Saeta Ardiente”.

FIN

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