17 de junio de 2015, miércoles:
Llevábamos días vagando por aquellos lares extraños, guerreábamos en el cielo de vez en cuando, e incluso descubrimos poderes bastante buenos. Ahora, mi compañero de viaje, DjDance, y yo podíamos hacer que toda flecha que disparásemos tuviese lava. E incluso podíamos viajar en cristales de colores, él en unos naranjas y yo en unos color cian. Aquel día decidimos montarnos en nuestros transportes para batallar y batallar. Y los cristales nos llevaron, otra vez, al lugar de los glotones. Nos toco ese muslito de pollo horneado al vapor, pero ninguno de los dos se inmutaba. Bajamos y recogimos todo lo que pudimos. Nos empezamos a equipar con todo lo que pudimos, y yo no iba tan bien como él, pero sí que me daba seguridad.
Subimos y mi amigo puso una mesa de encantamientos para que fuésemos mejor, yo hice que mi espada de diamante estuviese afilada e hiciera que todo aquél que empujase se volviera más atrás de lo normal. Cuando terminé, oí como alguien situaba unos bloques de madera, así que me giré y vía a los vecinos de las patatas fritas que venían. Así que no tuve más opción que creer que no era más que un ataque, así que tensé mi arco y le lance dos saetas, suficientes para provocar su caída al vacío, su compañero huyó y se escondió, pero no estaba a salvo porque mis sentidos me decían que ese hombre estaba en peligro, pero yo lo ignoré puesto que era un enemigo. Así que me decidí en hacer un puente hacia los guisantes de enfrente.
Más tarde me percaté que nadie nos miraba, así que en vez de hacer uno de mis puentes con bordillos hice uno arriesgado y rápido. Pero llegamos, y de ahí avanzamos al siguiente guisante, donde termine de prepararme e ir igual que mi compañero. Al terminar nos metimos dentro de aquel gigantesco brécol, donde vimos unos diamantes que nos esperaban. Empezamos a mirar por los cofres, pero no encontrábamos nada útil, así que decidi llevarme el diamante e investigar por arriba.
Cuando termine mis trabajos de minero, me fui a inspeccionar toda la zona superior mientras Dj conseguía una espada afilada de nivel tres y además, con el encantamiento de empujar a la gente demasiado lejos. Pero cuando termine, noté algo detrás de mis tobillos, un bordillo que, al tirar atrás, me hizo caer de espaldas y llegar abajo.
Pero por suerte me convertí en fénix, como sucedía cuando a me llegaba la hora y no podía volver a ser un humano de fuego hasta terminar la batalla. Y había adquirido nuevas habilidades como traspasar paredes o ver qué oponentes podían hacer lo mismo que yo.
DjDance seguía con lo suyo, así que le dije que tomara de mis restos todo aquello que necesitara, como las saetas de lava o el diamante.
Mientras se iba encantando más cosas yo empecé a dar vueltas por el lugar y ver que hacían los demás. Solo quedaban cuatro equipos, tres de uno y uno de dos. Pero lo curioso es que dos de los solitarios se habían aliado. Así que se puede decir que habían dos dúos y un solitario, que daba la casualidad que era mi amigo.
La alianza de los individuales también tenía una ave cotorra con ellos. Pero también vi que estaban en el muslo, lo que significaba que estaban cerca de mi compañero, así que fui a a avisarle. Cuando ellos llegaron al segundo guisante, empezaron a mirarse, parecía que charlaban. Pero DjDance fue rápido y aprovechó la oportunidad. Se lanzó a por uno y del golpe que le dio lo envió fuera. Al segundo, que resultaba se una fémina, quiso atacarle, pero se había ido al anterior guisante. Pero luego ella vino hacia él y entablaron un combate, ella tenía suerte de que los bloques de sus espaldas impedían su caída al vacío, pero DjDance le dio un corte que la envió al borde. Ella empezó a perder el equilibró y Dj aprovechó para golpearle y hacer una caída más fácil.
Solo le quedaban dos, vi que estaban cerca, pero que estaban huyendo. Tenían miedo. Vi como daban la vuelta por aquellos lares y DjDance atravesó el brócoli para facilitarse el camino hacia la muerte de sus oponentes. Cuando llegaron al extremo se fueron a un guisante y se hicieron una casa mientras que mi amigo trataba de acercarse, pero le aconsejé meterse en el guisante de su derecha ya que tenía una ventaja, había una migaja de brécol que le cubriría sus vistas y no pudiesen arrojarlo al vacío. Pero ellos hicieron un puente hacia él que no terminaron. Pero DjDance lo hizo. Acabo el puente y saltó encima de uno arrojándolo al vacío e hizo lo mismo con el otro. Ese último movimiento le dio la victoria. Y en ese momento supimos algo...Habíamos vuelto.
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