Anteriormente en Proelio, se
desarrollaron los encuentros de la cuarta y antepenúltima jornada
del torneo. En el primero, el Ghost Team empató con el Dream Team,
algo que marcó el día, terminando con la mala racha de derrotas por
parte de los agentes. En el otro encuentro, Edma fue vencido por
Kasai y Ram, y éstos por Musha y Dama. Acto seguido, aparecieron
Willy y Ora eliminando a Dama y entablando un combate con el sombra
hasta la llegada de Penumbra, donde el sombra y el umbraquinético se
llevaron un tanto. Ahora, están por disputarse las semifinales del
torneo individual. Eula “Dama” Seis-Soles debe enfrentarse a su
primo, Saulo “Musha” Seis-Soles. El otro combate será entre los
hermanos Aleix Valentine y R, el cual ya no quiere que su nombre se
muestre más.
La arena estaba lista, Dama y
Musha estaban cara a cara, esperando a que comenzase su combate.
“Cuando eramos jóvenes, Musha y yo eramos iguales en técnica”,
empezó a pensar Dama, “solo podía vencerme gracias a sus poderes.
Sin embargo, por lo que he visto, ha mejorado demasiado, yo apenas he
logrado gran diferencia comparándome con él. Sé que no puedo
ganar, creo que debería...”
—No te retires—, le dijo
Musha, interrumpiendo ese razonamiento—. Quiero ver cuánto has
mejorado.
Dama vio como Musha comenzó sus
posturas de combate mientras sonreía.
—Sí—afirmó Dama en seguida
mientras se preparaba también—, por favor, no te contengas.
—Combatientes, ¿listos para
empezar?—, anunció Sufvil en ese momento—. Comenzad.
Dama en ese momento se precipitó
al ataque. Cada golpe que ella dio fue encajado por Musha. Estuvieron
unos minutos bailando de ese modo. El cierre lo puso Musha cuando
agarró la muñeca de su prima, giró en torno a ella y le subió el
brazo hasta casi llegar a la nuca.
—¿No has cambiado tu
técnica?—, le preguntó Musha en el oído.
—¿Ni tú tu forma de
hablar?—, le contestó ella con forma de pregunta.
Dama saltó y golpeó a Musha
con los pies. Él fue expulsado unos metros, pero sus reflejos
reaccionaron casi de forma inmediata.
—Te pedí que no te
contuvieras—le criticó Dama.
—¿Estás segura?
—Absolutamente.
Acto seguido, Musha hizo una
especie de cuenca con sus manos, uniendo cada yema de sus dedos con
la correspondiente de la mano inversa a la otra.
“Va a hacer esos trucos de
frecuencia, se ve que va a ir por todas, justo como le he pedido”
pensó Dama.
La arena comenzó a temblar.
—Eso es demasiado—gritó
Aleix desde las plataforma de su equipo.
—La va a matar—advirtió
Kasai.
—Al fin Musha hace lo que debe
hacer—comentó R.
—¡Dama, sal de ahí!—le gritó Edma.
Dama apenas podía moverse a
causa de los seísmos. Musha seguía en pie, reuniendo más
frecuencia entre sus palma, haciendo temblar aún más la arena.
Musha se detuvo pasado un rato.
Dama vio como de repente su primo estaba frente de sí, en medio de
ese temblor, sin ser afectado. Musha alzó el puño, el cual estaba
rodeado de unas corrientes ligeramente visibles. Dama dedujo que eso
era toda la frecuencia que había reunido de su cuerpo. Ella intentó
levantarse, pero el temblor no ayudaba en nada. Musha se dispuso a
dar el golpe. Dama vio como le venía, hasta que Musha cambió la
dirección e hizo chocar su mano contra el suelo.
En ese momento, la arena reventó
en miles de pedruscos. Dama cayó en cima de uno, con sus brazos y
piernas extendidos, tocando a fuera. Musha estaba de pie sobre un
pedrusco.
—La primera semifinal termina
con la victoria de Musha—anunció Sufvil tras ver el
acontecimiento.
Musha se fue hasta su prima y la
ayudó a levantarse.
—¿Por qué cambiaste el
rumbo?—le preguntó ella.
—Porque si no, ahora mismo
estarías muerta.
Mientras Musha y Dama se
dirigían a sus plataformas, ella se quedó mirándolo y
reflexionando: “según las escalas Xandri, un sombra solo puede
estar entre cincuenta y sesenta de nivel. Pero el control de la
frecuencia corporal, la electricidad de los nervios encima esta el
caso de que puede enfrentarse a rivales de este torneo, que son
titanes. No solo se enfrenta a ellos, los vence casi sin
despeinarse. Es como si su nivel estuviera por encima del ochenta”.
En ese momento, Dama comenzó a
recordar todas las veces que estuvo con su primo. Recordaba cada
misión que izo con él, cada entrenamiento, cada evento,...todo
recuerdo pasaba por su cabeza.
—Dama—dijo el Maestro de la
Oscuridad.
En ese momento, Dama volvió en
sí y se percató de que la arena estaba algo destrozada por el
combate entre los hermanos Aleix y R.
—Llevas unos minutos en
shock—le comentó Edma.
—Estoy bien—contestó.
—No se puede decir lo mismo de
Musha—afirmó Penumbra—, él no ha apartado la mirada de los dos
combatientes desde que comenzaron a zurrarse.
—Lógico—volvió Dama—, el
que gane de los dos hermanos, se enfrentará a Musha en la final.
Está analizando sus movimientos para adelantarse.
—Exacto—dijo el Maestro de
la Oscuridad—. Musha ya se ha enfrentado a ellos, pero con poderes,
puesto que las técnicas físicas de poco sirven contra gente de esa
magnitud si no se tiene previo conocimiento. Aleix es un oponente de
ataques directos, pero no es nada predecible. Mientras que R es un
estratega nato, tiene un CI superior a quinientos. Esta batalla está
entre la velocidad de Aleix y la astucia de R.
Una onda se expandió ene se
momento. Los hermanos han chocado los puños con todas sus fuerzas.
Aleix intentó un segundo golpe, pero R lo esquivó y contraatacó
con un combo de golpes y patadas que hicieron retroceder al corredor.
Aleix comenzó a correr en círculos alrededor de R.
—Este ataque, lo he basado en
uno que vi de Musha—comenzó a hablar Aleix—, fue en un
entrenamiento que tuvimos antes de enfrentarnos a ti. Claro que él
usó sombras y yo tengo que usar mi velocidad.
Cuando terminó de decir esas
palabras, en el círculo que corría empezaron a verse trece imágenes
de él, trece copias. Esas imágenes eran algo borrosas, pero su
mirada iba hacia R.
—¿Cómo puede hacer
eso?—preguntó Mercé.
—No lo sé—dijo Pro—, tal
vez los del Dark Team saben algo.
En ese momento, Mercé saltó de
su plataforma a la del Dark Team.
—Explicación de lo que
hace—dijo al llegar.
—Es bastante
sencillo—respondió el Maestro de la Oscuridad—. Aleix ha basado
esta técnica en una de Musha. En dicha técnica, Musha eleva unas
sombras del suelo y empieza a ir entre ellas para atacar al enemigo,
doblando el espacio-tiempo gracias a la umbraquinesis de las sombras.
Aleix no puede doblar el espacio-tiempo, pero puede simular algo
parecido. Corre y corre a gran velocidad. Después, elige un punto y
se parara en ese punto durante una milésima de segundo, después
vuelve a acelerar y hace lo mismo en otro punto. Cuando ya tiene el
número deseado, se va parando en cada punto ese tiempo, haciendo
parecer que son clones o ilusiones. En cualquier momento, no solo se
detendrá en los puntos, sino que irá entre ellos de forma recta y
no circular.
Aleix hizo exactamente lo que
dijo el Maestor de la Oscuridad. R iba siendo golpeado por esas
imágenes borrosas de su hermano. Aleix permaneció así, hasta que
vio que R estuvo algo débil. En ese momento Las trece copias se
acercaron a R hasta que en frente de él apareció el verdadero
Aleix, el cual terminó con un un golpe en el mentón. R tras recibir
el gancho derecho, cayó fuera de la plataforma de combate,
proclamando a Aleix finalista del torneo.
Continuará.
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