Buscar este blog

Pestañas (Basta con pasar el ratón)

lunes, 23 de abril de 2018

Semana 3 (Original)

Ejercicio: escribir un diálogo entre dos personas que se caracterice por lo que dicen, piensan, hagan y/o lo que digan de esas personas, habiendo simplicidad y pocos verbos en la dicción y una carta que sea el motivo por la que se establece el diálogo.

Relato:

Te lo recuerdo

No es justo. No debería haber pasado, pero lo ha hecho. Aún así, puede que no lo sepa, pero me imagino el lugar al que vas y en lo que puedas acabar, mi querido Saúl. Pero haré lo imposible para evitarlo. Te escribiré sobre cada recuerdo que tengo de ti, comenzando cuando nos conocimos, hace trece años.
—Hola—, te dije mi primera palabra, como la niña que era en su primer día en un colegio nuevo—. ¿El sitio de delante está libre?
—Yo de ti no lo haría.
—¿Por qué?
—Nadie en su sano juicio se sienta cerca de mí—.Esas palabras decían más que suficiente, ya que no parecías alguien que se reía, sino alguien del que se reían.
—Pues menos mal que me llamaban loca en mi antiguo colegio.
—Suerte.
—¿Para qué?
—Tradición. Nueva alumna, novatadas de ocho a cinco.
—¿Podrías ser un poco más amable?, solo intento conocer a alguien.
—De ocho a cinco, de septiembre a mayo, de dos mil cinco a dos mil diez.
Al principio solo vi que eras un borde, pero esa es la imagen que da un libro de mala portada y excelente historia. Lo curioso, es que acertaste. Cinco años sufriendo bromas por el resto de estudiantes. Pero solo podía superarlas por estar contigo.
—¿Algún consejo para la novata?—, te pregunté tras esa breve pausa.
—Sobre los alumnos, al primer grito de guerra, agáchate. Aquí los diccionarios no sirven para buscar significados.
—¿Y los profesores?
—Las señoras Pelota y Manía solo sirven para destrozarte de forma académica. Solo sé tú misma.
¿Quién diría que esas fueron las últimas palabras que tuvimos ese día?, más bien, en dos semanas no te volví a dirigir la palabra. Solo seguía tu consejo durante ese tiempo, alejarme de ti para integrarme mejor, pero cada vez, solo veía que eras tú quien necesitaba ayuda.
Aquí finaliza mi primer recuerdo contigo, Saúl. Pero te prometo que cada semana te escribiré una nueva carta para recordarte quien eres en realidad. No quiero que acabes mal en el infierno que te han metido. Cada semana tendrás una carta con un recuerdo para ayudarte a soportar el dolor en ese lugar hasta el día de tu juicio. Recuerda que siempre estaré contigo. Te quiero.

Samanta Velázquez.

Notas del autor: con este relato quería demostrar que no solo sé escribir con un estilo friky, sino que puedo hacerlo con otros estilos, al mismo tiempo, no solo sé poner protagonistas masculinos, sino que también femeninos (Samanta Velázquez en este relato). También quiero dejar constancia de que en vez de poner una carta en medio del diálogo hice que ésta lo fuera todo, cumpliendo con su objetivo. Como las demás historias perdidas, ésta la escribí para el curso de creatividad que estoy haciendo actualmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario