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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

sábado, 29 de abril de 2017

7-Electro [3]

La pareja empezó a avanzar por ese largo desfiladero, corriendo por los caminos que se formaban por esas paredes, cruzando por las rocas flotantes formando puentes de fuego cuando podían.
Pocos minutos más tarde, llegaron a una de las rocas flotantes, la más grande del desfiladero, pero ésta era diferente. La roca tenía allanada la parte superior, aunque era algo rugosa.
—¿Sientes algo?—preguntó Ora.
—Al parecer el calor de antes ha desaparecido, sin embargo noto una presencia, caliente pero no es fuego—le respondió Kasai,—también noto como una presencia demasiado fría se acerca por el lado contrario.
—¿Que son?
—La caliente esta al caer, pero la otra está lejos, mucho más lejos. Parece que esa no viene hacia aquí...perdón, a corregido el rumbo y viene directo aquí.
En ese momento, Ora desenvainó su espada mientras Kasai empezó a arder con potencia. Unos segundos más tarde, salieron trece rayos de trece puntos distintos en esa plataforma. Los rayos eran blancos, se dirigían hacia el centro, uniéndose por el camino, hasta que solo formasen un único centro.
De ese centro apareció un centro semejante a Kasai, cubierto por rayos blancos y entonando una sonrisa maligna.
—Electro—dijo Kasai.
—¿Electro?—preguntó Ora.
—Otro proyecto de Átomo, solo que lanza rayos blancos capaces de desintegrar todo lo que tocan.
En ese momento, Electro empezó a lanzar rayos hacia Kasai, los cuales éste podía evitar con su velocidad. Estuvieron unos minutos así, hasta que Electro cambió de objetivo. Miró a Ora y le lanzó un rayo. Ella lo pudo esquivar con dificultad.
—¡Ora!—gritó Kasai mientras iba a socorrerla.
Kasai agarró a su esposa por varios lados de su cuerpo y empezó a volar yendo a la máxima velocidad que podía. Electro les siguió corriendo por las paredes del desfiladero, saltando entre las rocas.
—Nos alcanza—dijo Ora.
—Y no solo él—corrigió Kasai,—la presencia fría está al caer.
Electro volvió a atacar. El rayo fue directo hacia la pareja. Ora veía como se acercaba. Pero de repente el rayo impactó, no en ellos. La esencia fría de la que hablaba Kasai apareció en ese momento, deteniendo el rayo con su mano derecha.
—¡Kasai!—gritó Ora señalando al individuo.
Éste vestía una camiseta blanca con un chaleco negro, pantalones y botas del mismo color. Guantes negros en las manos, Gafas de sol con varias púas y un cabello corto y moreno.
—¿Musha?—preguntó Kasai,—no puede ser él.
Electro empezó a lanzarle rayos a Musha, los cuales éste los paraba con las manos, sin provocar efecto en su cuerpo. Musha bajó el brazo dejando que Electro le tirase un último rayo. Éste lo hizo.
El rayo impactó en la sombra y empezó a rodearle por todo el cuerpo.
—Iluso, tus rayos de electro solo afectan a los que estén hechos de materia, sin embargo yo soy pura oscuridad, y la oscuridad es la nada—le dijo Musha a Electro.
En ese momento, todos los rayos que cubrían a Musha empezaron a dirigirse a su mano derecha. Musha fue a por Electro, gritando la palabra “Alamandina” mientras daba un golpe con cada sílaba de esa palabra, terminado con un gran rayo láser en la última.
El láser dio de lleno en Electro, el cual era empujado por éste hasta chocar con el suelo. Musha mantuvo el rayo bastante tiempo, hasta que decidió que era suficiente. Vio como Electro se levantaba moribundo. Musha se apareció ante él, le cogió del cuello y poco a poco fue desintegrando a Electro hasta que no quedase su rastro eléctrico. Cuando terminó, miró a Kasai y a Ora y les dejó una sonrisa amistosa.

Continuará.

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