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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

martes, 4 de abril de 2017

2-La sombra, la sombra ha vuelto

Barbastro, 13 de marzo de 2015.
Aleix se encontró en un lugar a oscuras. Solo podía ver por las luces de algunas velas que encontraba. Fue hacia una de esas velas y notó que estaba delante de una lápida.
—No jodas—dijo Aleix,—será mejor que salga de aquí, no quiero profanar el sueño de los muertos.
Aleix sacó su sable de fuego y empezó a ver con mejor claridad.
—Conozco este lugar, es el cementerio de Barbastro. Será mejor que salga.
Aleix fue corriendo hasta llegar al camino central del cementerio. Corrió hacia el portalón y salto de la forma más suave posible para no alertar a nadie.
Antes de pasar por la punta de arriba de la puerta, se fijo que fuera había luz, por loq ue apagó el sabley guardo su empuñadura. Cuando fue a aterrizar, intentó meterse en los cipreses, pero no lo consiguió. Así que cuando llegó al suelo, disimuló mirando el horario de la puerta, por si había alguien cerca. Resultó que había un hombre barriendo por los alrededores.
—Disculpa joven—dijo el hombre,—¿no pretenderás colarte dentro?
—¿Qué?, no—contestó Aleix,—solo miraba los horarios, dentro de poco hará un año del...fallecimiento de mi abuela.
—Lo siento, supongo que estarías corriendo y habías decidido venir a asegurar la hora de apertura.
—¿Cómo lo sabe?
—Vistes de deporte a estas horas, si no, ¿que harías a las cinco de la mañana?
—Me ha pillado.
—Bueno, buena vuelta—le dijo el hombre mientras se marchaba.
—Gracias—terminó Aleix, luego murmuró:—Juanjo tiene razón, soy el puto amo.
Aleix se alejó lo máximo posible, hasta llegar a la plaza de Aragón, al lado de la catedral. Una vez allí, intentó contactar con Pro y su equipo.
—Pro, Pro, Pro,¿me oyes?—se dio cuenta de que no funcionaba la comunicación,—mierda, ahora sí estoy jodido.

* * *

Base de la WPA de California, 13 de abril de 2015.
Hacía tiempo que Sufvil estaba encerrado en la celda, la cual neutralizaba sus dotes de piroquinético. De repente, las puertas de su celda y entró una figura, la cual llevaba un traje negro de tecnología avanzada, en ese traje había líneas rojas de poca iluminación, el personaje iba protegido con un casco. Sufvil no supo reconocer el género de la persona, por culpa del traje y del modulador.
—Ya era hora de que estuvieras en una celda—dijo el ser.
—¿Perdona?—preguntó Sufvil,—llevo tres meses aquí y los guardas me van diciendo lo mismo, no sé quien creéis que soy pero solo he estado fuera de mi hogar una sola vez.
—¿Seguro?, llevas décadas paseándote por allí. Tokio, Pekín, Madrid, Roma, la lista es interminable llamitas.
—¿Qué?
—Vamos Saeta Ardiente, ¿cómo lo haces?, me haces entrenar cada día y aún así te cogieron unos polis de salario mínimo, aunque dicen que te dejaste, algo raro, ¿no?
—Yo no soy esa Saeta Ardiente que buscas.
—¿Y por qué desde que te cogimos que no ha habido ningún caso conocido similar a tus ataques?
En ese momento, el ser inclino la cabeza hacia un lado, estaba recibiendo una transmisión.
—Aquí Hacka, ¿cómo?, imposible, le tengo delante. Entendido, ahora voy volando—Hacka se volvió a Sufvil,—o eres inocente o hay más como tú.
—Como yo hay un pueblo—Sufvil no se dio cuenta hasta ese momento de que había delatado a su hogar.
—Espera, ¿un pueblo?, ahora entiendo porqué no te asemejas a las descripciones, no eres la Saeta Ardiente, eres un apiro.
—Por fin.
—Pero aún así no eres libre, puede que sirvas a mis superiores—dijo Hacka marchándose.
Cuando dio su último paso, las puertas se cerraron. Sufvil estaba de nuevo, solo, en esa celda.
Unas horas más tarde, se quedó observando al guarda, que había cogido su saeta de fuego puro y jugaba con ella, pero se quemó en seguida, cosa que hizo sonreír al príncipe. EL guarda se molestó y fue hacia él.
—¿Que te hace gracia?—le pregunto.
—Tú y tu estupidez—le contestó.
—¿Quieres pelea?
—No me tientes.
—Te daré tu merecido.
—Sácame y podremos ver si tu mami está orgullosa.
—Casi cuela mechero andante.
En ese momento, Sufvil oyó un ruido fuerte que venía del exterior. Miró por su ventana y vio algo que parecía un agujero negro que se estaba formando en el cielo, estab inclinado hacia el oeste, pero aún así lo veía. Después, vio como se volvía blanco y expulsaba algo negro del centro.
—Eso nos será bueno—dijo Sufvil.
En esos momentos, el agujero se cerró y el cielo volvía a ser el de antes.

* * *

Sant Cugat del Vallés, 13 de abril de 2015.
Musha se encontró en el centro de un cráter, en medio de una calle. Salió del agujero y miró a los alrededores. Vio gente asustada,murmurando “¿quién es” y “”como ha sobrevivido a algo así?”
—Buenas gente, en cuanto a sus preguntas, bueno, soy el puto amo y sobrevivo siendo el puto amo, así que seguid a lo vuestro.
Cuando vio que la gente seguía, Musha miró al cielo y dijo:
—Vaya, Regi me debe un pastizal por esto, al menos he vuelto a mi ciudad.
Musha volvió a ponerse recto, se giró hacia un hombre de unos cincuenta años y le preguntó.
—¿Fecha y hora?
—13 de abril de 2015, 13:04 y quince segundos—le dijo asustado.
—Gracias.
Le puso la mano sobre el cerebro.
—¿Qué haces?—le preguntó el hombre aún más asustado.
—Te analizo, de forma lenta y sutil, quiero hacer una excepción contigo.
—¿Analizarme?
—Tienes suerte, puedes seguir con vida... por el momento.
En ese momento, Musha hizo aparecer un sobretodo negro, se lo puso y empezó a correr por las calles.
—Esperemos que no.

Continuará.


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