Barbastro,
13 de marzo de 2015.
Aleix se encontró en un lugar a
oscuras. Solo podía ver por las luces de algunas velas que
encontraba. Fue hacia una de esas velas y notó que estaba delante de
una lápida.
—No jodas—dijo Aleix,—será
mejor que salga de aquí, no quiero profanar el sueño de los
muertos.
Aleix sacó su sable de fuego y
empezó a ver con mejor claridad.
—Conozco este lugar, es el
cementerio de Barbastro. Será mejor que salga.
Aleix fue corriendo hasta llegar
al camino central del cementerio. Corrió hacia el portalón y salto
de la forma más suave posible para no alertar a nadie.
Antes de pasar por la punta de
arriba de la puerta, se fijo que fuera había luz, por loq ue apagó
el sabley guardo su empuñadura. Cuando fue a aterrizar, intentó
meterse en los cipreses, pero no lo consiguió. Así que cuando llegó
al suelo, disimuló mirando el horario de la puerta, por si había
alguien cerca. Resultó que había un hombre barriendo por los
alrededores.
—Disculpa joven—dijo el
hombre,—¿no pretenderás colarte dentro?
—¿Qué?, no—contestó
Aleix,—solo miraba los horarios, dentro de poco hará un año
del...fallecimiento de mi abuela.
—Lo siento, supongo que
estarías corriendo y habías decidido venir a asegurar la hora de
apertura.
—¿Cómo lo sabe?
—Vistes de deporte a estas
horas, si no, ¿que harías a las cinco de la mañana?
—Me ha pillado.
—Bueno, buena vuelta—le dijo
el hombre mientras se marchaba.
—Gracias—terminó Aleix,
luego murmuró:—Juanjo tiene razón, soy el puto amo.
Aleix se alejó lo máximo
posible, hasta llegar a la plaza de Aragón, al lado de la catedral.
Una vez allí, intentó contactar con Pro y su equipo.
—Pro, Pro, Pro,¿me oyes?—se
dio cuenta de que no funcionaba la comunicación,—mierda, ahora sí
estoy jodido.
* * *
Base
de la WPA de California, 13 de abril de 2015.
Hacía tiempo que Sufvil estaba
encerrado en la celda, la cual neutralizaba sus dotes de
piroquinético. De repente, las puertas de su celda y entró una
figura, la cual llevaba un traje negro de tecnología avanzada, en
ese traje había líneas rojas de poca iluminación, el personaje iba
protegido con un casco. Sufvil no supo reconocer el género de la
persona, por culpa del traje y del modulador.
—Ya era hora de que estuvieras
en una celda—dijo el ser.
—¿Perdona?—preguntó
Sufvil,—llevo tres meses aquí y los guardas me van diciendo lo
mismo, no sé quien creéis que soy pero solo he estado fuera de mi
hogar una sola vez.
—¿Seguro?, llevas décadas
paseándote por allí. Tokio, Pekín, Madrid, Roma, la lista es
interminable llamitas.
—¿Qué?
—Vamos Saeta Ardiente, ¿cómo
lo haces?, me haces entrenar cada día y aún así te cogieron unos
polis de salario mínimo, aunque dicen que te dejaste, algo raro,
¿no?
—Yo no soy esa Saeta Ardiente
que buscas.
—¿Y por qué desde que te
cogimos que no ha habido ningún caso conocido similar a tus ataques?
En ese momento, el ser inclino
la cabeza hacia un lado, estaba recibiendo una transmisión.
—Aquí Hacka, ¿cómo?,
imposible, le tengo delante. Entendido, ahora voy volando—Hacka se
volvió a Sufvil,—o eres inocente o hay más como tú.
—Como yo hay un pueblo—Sufvil
no se dio cuenta hasta ese momento de que había delatado a su hogar.
—Espera, ¿un pueblo?, ahora
entiendo porqué no te asemejas a las descripciones, no eres la Saeta
Ardiente, eres un apiro.
—Por fin.
—Pero aún así no eres libre,
puede que sirvas a mis superiores—dijo Hacka marchándose.
Cuando dio su último paso, las
puertas se cerraron. Sufvil estaba de nuevo, solo, en esa celda.
Unas horas más tarde, se quedó
observando al guarda, que había cogido su saeta de fuego puro y
jugaba con ella, pero se quemó en seguida, cosa que hizo sonreír al
príncipe. EL guarda se molestó y fue hacia él.
—¿Que te hace gracia?—le
pregunto.
—Tú y tu estupidez—le
contestó.
—¿Quieres pelea?
—No me tientes.
—Te daré tu merecido.
—Sácame y podremos ver si tu
mami está orgullosa.
—Casi cuela mechero andante.
En ese momento, Sufvil oyó un
ruido fuerte que venía del exterior. Miró por su ventana y vio algo
que parecía un agujero negro que se estaba formando en el cielo,
estab inclinado hacia el oeste, pero aún así lo veía. Después,
vio como se volvía blanco y expulsaba algo negro del centro.
—Eso nos será bueno—dijo
Sufvil.
En esos momentos, el agujero se
cerró y el cielo volvía a ser el de antes.
* * *
Sant
Cugat del Vallés, 13 de abril de 2015.
Musha se encontró en el centro
de un cráter, en medio de una calle. Salió del agujero y miró a
los alrededores. Vio gente asustada,murmurando “¿quién es” y
“”como ha sobrevivido a algo así?”
—Buenas gente, en cuanto a sus
preguntas, bueno, soy el puto amo y sobrevivo siendo el puto amo, así
que seguid a lo vuestro.
Cuando vio que la gente seguía,
Musha miró al cielo y dijo:
—Vaya, Regi me debe un
pastizal por esto, al menos he vuelto a mi ciudad.
Musha volvió a ponerse recto,
se giró hacia un hombre de unos cincuenta años y le preguntó.
—¿Fecha y hora?
—13 de abril de 2015, 13:04 y
quince segundos—le dijo asustado.
—Gracias.
Le puso la mano sobre el
cerebro.
—¿Qué haces?—le preguntó
el hombre aún más asustado.
—Te analizo, de forma lenta y
sutil, quiero hacer una excepción contigo.
—¿Analizarme?
—Tienes suerte, puedes seguir
con vida... por el momento.
En ese momento, Musha hizo
aparecer un sobretodo negro, se lo puso y empezó a correr por las
calles.
—Esperemos que no.
Continuará.
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