—Esperad
hasta que vuelva—dijo Ora.
—¿Y
por qué no podemos ir también?—preguntó Ram.
—Porque
es un templo—dijo Rex desconfiando de la figura blanca,—nadie
puede entrar, a no ser que pertenezcas a una raza mística y
religiosa, como una sacerdotisa.
—Tardaremos
bastante—dijo la figura blanca,—mientras volved a casa, vuestra
casa de verdad. Pasad la noche y volved por la mañana, Ora sabrá
como encontraros.
—Iros,
no perdáis más tiempo—les dijo ella.
Rex
sacó las cuatro esferas que activaban el portal, éstas empezaron a
girar formando una luz morada entre ellas. En ese momento Rex pasó,
seguido de Ram y Konran. Más tarde, las cuatro esferas se metieron
en la luz y desaparecieron, y posteriormente la luz morada.
—¿Qué
querías decirme?—le preguntó Ora a la figura.
—Entremos.
En
ese momento, la figura paso bajo el portal del templo, Ora le siguió.
Entraron en una sala circular, la figura se paró justo en el centro
y golpeó con el báculo. Ene ese momento surgieron dos figuras. The
Wild y La Saeta Sombría..
—Dime
todo lo que sepas sobre ellos.
—Son
dos guardianes del Limbo, supongo que nuestra entrada los cabreó
porque están detrás de nosotros constantemente. Wild es el que
manda y Saeta Sombría es alguien que tiene algo de mi novio.
—¿Tu
novio?
—Kasai
Maguma, está en el Limbo, atrapado, por eso estamos aquí.
—No
he visto a nadie con ese nombre de pila.
—Vaya...
—Ora,
tus respuestas son equivocadas.
—¿Cómo?
—Los
guardianes del Limbo habitamos este templo, y no vamos vestidos de
negro, esos son dos sombras del Limbo, dos individuos que hemos
dejado que estén aquí por sus nobles motivos.
—¿Y
quiénes son?
—Cuando
Heishi te habló del hombre que buscaba la manera de entrar en el
Limbo, se refería a The Wild. El consiguió entrar en diciembre de
2015, en tu dimensión.
—¿Mi
dimensión?
—Todas
las dimensiones tienen sus tiempos, y todos sus habitantes pasan por
el Limbo antes de irse al mundo trascendental.
—Ah.
—Wild
entró solo para buscar a su mejor amigo, un humano que tiene una
historia peculiar. Fue transformado en contra de su voluntad mientras
estaba inconsciente por un accidente que padeció. Él puede volver
al mundo material cuando quiera, pero no lo hará hasta que consiga
lo que quiere.
—¿Y
Saeta?
—Es
el alma de ese amigo que busca. Su cuerpo, creen que está en mal
estado y buscan la forma de regenerarlo y despertarlo para hacer que
vuelva a vuestro mundo. Pero no saben que su cuerpo se esta
regenerando solo, y que despierte es solo cuestión de tiempo.
—¿Y
por qué nos atacan?, ¿no son nobles vuestros motivos?
—Lo
son, los motivos de algunos de vosotros.
En
ese momento, el guardián del Limbo retiró su callado del suelo y lo
retiro a sus espaldas.
—No
puedo decirte más, pero hay alguien que sí lo hará—le dijo.
—¿Quién?
—Para
ello debes responder a las siguientes preguntas.
EN
ese momento clavó el bastón en el suelo. De la punta de este salió
una luz que fue a Ora y la rodeó mientras el resto de la sala se
quedaba completamente a oscuras. Ora solo podía ver como el guardián
se iluminaba con una luz del color del platino.
—¿Nombre?
—Ora
Tenshi.
—¿Motivos
por venir al Limbo?
—Mi
novio, esta atrapado y quiero devolverlo a su mundo, devolverlo con
quien debe estar.
—¿Herramientas
de combate?
—¿Como
que...?
—¿Que
armas usas?
—Mi
espada.
—¿Color
más apreciado?
—Celeste.
En
este momento la sala volvió a iluminarse, el guardián tenía a La
Saeta Sombría y The Wild en ambos lados. Pero lo más inquietante
para Ora era que de la punta del bastón salían unas sombras que se
dirigían hacia ella.
Intentó
moverse, pero no pudo. Las sombras la atraparon y la envolvieron.
Mientras las sombras giraban sobre ella, ella intentó gritar, pero
los resultados fueron los mismos.
Poco
más tarde de, en el lugar que estaba Ora, había una silueta
cubierta por un sobretodo negro y una capucha del mismo color. Tenía
en las dos manos unas espadas que desprendían fuego celeste.
—Eres
La Sumo-sacerdotisa, acompañarás a The Wild y La Saeta Sombría.
Vuestro objetivo es el mismo—empezó el guardián, luego se dirigió
a Wild,—dile todo lo que debe saber, y preparaos, tenéis trece
años para el regreso de Rex.
Continuará.
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