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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

jueves, 7 de julio de 2016

6-El guardián [2]

—Esperad hasta que vuelva—dijo Ora.
—¿Y por qué no podemos ir también?—preguntó Ram.
—Porque es un templo—dijo Rex desconfiando de la figura blanca,—nadie puede entrar, a no ser que pertenezcas a una raza mística y religiosa, como una sacerdotisa.
—Tardaremos bastante—dijo la figura blanca,—mientras volved a casa, vuestra casa de verdad. Pasad la noche y volved por la mañana, Ora sabrá como encontraros.
—Iros, no perdáis más tiempo—les dijo ella.
Rex sacó las cuatro esferas que activaban el portal, éstas empezaron a girar formando una luz morada entre ellas. En ese momento Rex pasó, seguido de Ram y Konran. Más tarde, las cuatro esferas se metieron en la luz y desaparecieron, y posteriormente la luz morada.
—¿Qué querías decirme?—le preguntó Ora a la figura.
—Entremos.
En ese momento, la figura paso bajo el portal del templo, Ora le siguió. Entraron en una sala circular, la figura se paró justo en el centro y golpeó con el báculo. Ene ese momento surgieron dos figuras. The Wild y La Saeta Sombría..
—Dime todo lo que sepas sobre ellos.
—Son dos guardianes del Limbo, supongo que nuestra entrada los cabreó porque están detrás de nosotros constantemente. Wild es el que manda y Saeta Sombría es alguien que tiene algo de mi novio.
—¿Tu novio?
—Kasai Maguma, está en el Limbo, atrapado, por eso estamos aquí.
—No he visto a nadie con ese nombre de pila.
—Vaya...
—Ora, tus respuestas son equivocadas.
—¿Cómo?
—Los guardianes del Limbo habitamos este templo, y no vamos vestidos de negro, esos son dos sombras del Limbo, dos individuos que hemos dejado que estén aquí por sus nobles motivos.
—¿Y quiénes son?
—Cuando Heishi te habló del hombre que buscaba la manera de entrar en el Limbo, se refería a The Wild. El consiguió entrar en diciembre de 2015, en tu dimensión.
—¿Mi dimensión?
—Todas las dimensiones tienen sus tiempos, y todos sus habitantes pasan por el Limbo antes de irse al mundo trascendental.
—Ah.
—Wild entró solo para buscar a su mejor amigo, un humano que tiene una historia peculiar. Fue transformado en contra de su voluntad mientras estaba inconsciente por un accidente que padeció. Él puede volver al mundo material cuando quiera, pero no lo hará hasta que consiga lo que quiere.
—¿Y Saeta?
—Es el alma de ese amigo que busca. Su cuerpo, creen que está en mal estado y buscan la forma de regenerarlo y despertarlo para hacer que vuelva a vuestro mundo. Pero no saben que su cuerpo se esta regenerando solo, y que despierte es solo cuestión de tiempo.
—¿Y por qué nos atacan?, ¿no son nobles vuestros motivos?
—Lo son, los motivos de algunos de vosotros.
En ese momento, el guardián del Limbo retiró su callado del suelo y lo retiro a sus espaldas.
—No puedo decirte más, pero hay alguien que sí lo hará—le dijo.
—¿Quién?
—Para ello debes responder a las siguientes preguntas.
EN ese momento clavó el bastón en el suelo. De la punta de este salió una luz que fue a Ora y la rodeó mientras el resto de la sala se quedaba completamente a oscuras. Ora solo podía ver como el guardián se iluminaba con una luz del color del platino.
—¿Nombre?
—Ora Tenshi.
—¿Motivos por venir al Limbo?
—Mi novio, esta atrapado y quiero devolverlo a su mundo, devolverlo con quien debe estar.
—¿Herramientas de combate?
—¿Como que...?
—¿Que armas usas?
—Mi espada.
—¿Color más apreciado?
—Celeste.
En este momento la sala volvió a iluminarse, el guardián tenía a La Saeta Sombría y The Wild en ambos lados. Pero lo más inquietante para Ora era que de la punta del bastón salían unas sombras que se dirigían hacia ella.
Intentó moverse, pero no pudo. Las sombras la atraparon y la envolvieron. Mientras las sombras giraban sobre ella, ella intentó gritar, pero los resultados fueron los mismos.
Poco más tarde de, en el lugar que estaba Ora, había una silueta cubierta por un sobretodo negro y una capucha del mismo color. Tenía en las dos manos unas espadas que desprendían fuego celeste.
—Eres La Sumo-sacerdotisa, acompañarás a The Wild y La Saeta Sombría. Vuestro objetivo es el mismo—empezó el guardián, luego se dirigió a Wild,—dile todo lo que debe saber, y preparaos, tenéis trece años para el regreso de Rex.

Continuará.

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