Hong
Kong, 14 de abril de 2015.
Mientras los cuatro se dirigían
hacia R, saltando por las azoteas, Musha se acordó del sable de
Aleix.
—Por
cierto, Aleix—empezó la sombra,—ese sable tuyo...
—Te refieres a la Daga
Maldita—contestó al acto,—era algo que encontré, antes
dependiendo del corazón que tuviese su portador, cobraba una forma u
otra, ahora solos e activa con un corazón puro, el color depende del
usuario. ¿Por qué preguntas?
—Creo que lo he visto
antes—contestó Musha.
Aleix le pasó le pasó la daga
a Ghost.
—Frota el rubí con tu
pulgar—le dijo.
Ghost hizo caso, el sable se
abrió mostrando su hoja llameante habitual, pero no era amarilla y
roja, sino blanca y plateada. Ghost hizo el mismo gesto para apagar
el sable y se lo pasó a Sufvil, el cual tuvo el mismo resultado con
colores naranja claro y oscuro. Luego se la pasó a Musha.
—Soy un asesino—dijo Musha
mirando la daga,—sobre mi responsabilidad cayeron siete mil
millones de víctimas, creo que eso define cómo soy—diciendo esto
le devolvió la daga a su dueño,—preparaos, estamos cerca.
Al poco, los cuatro aterrizaron
en una azotea, en la que estaba R y una bestia única, el Total
Crymon. La bestia era un esqueleto con cola y alas hecho de hierro a
excepción de las manos, que eran de diamante, toda la figura ósea
era transparente que sangraba por pocos lugares y que estaba cubierta
por una masa de agua que era negra como las sombras a excepción de
las alas, que desprendían una luz blanca, y de las manos, que
emitían plasma. Sus ojos era dos esferas de láser y, a excepción
de las alas, le cubría un aura de fuego. Cuando caminaba, no solo
hacía que los objetos de alrededor girasen en torno a ésta como un
sistema solar, sino que dejaba un rastro de sangre, sangre que al
tocar el suelo, se evaporaba como si no hubiera estado allí.
—Aleix, veo que tienes amigos,
y un traidor entre ellos—dijo R,—pero no importa, porque...
—Tienes una mascota que parece
un zurullo en una cañería—dijo Musha.
—Vaya, así que tú eres
Musha, he oído que te han enviado para detenerme—dijo R,—no
pareces gran cosa.
—Si bajas de tu noria, verás
quien es mas alto—se la devolvió Musha.
—También tienes al príncipe
de los apiros. Un equipo de perdedores—terminó R.
—Sigue hablando de esa
formo—volvió Musha,—a este pasó serás tu quien pierda, me
refiero a la cabeza.
—Os dejo que juguéis un rato,
yo tengo asuntos que atender—dijo R. Al acto se marchó.
—Id tras él, yo me encargo de
esto—dijo Musha a los demás.
—¿Estás seguro?—pregunto
Aleix.
—Ahora os alcanzo—contestó.
Aleix, Ghost y Sufvil se
marcharon. La bestia empezó a correr hacia Musha al mismo tiempo que
este levantaba su brazo izquierdo formando una L con el índice y el
pulgar, entre los ejes que formaban sus dedos veía a Total Crymon
acercarse. Musha cerró su mano derecha y la puso sobre los dos dedos
que antes había extendido, luego retrocedió el brazo derecho, como
si fuese un arquero tensando el arco.
—True Arrow Punch—dijo
Musha.
En ese momento, Musha tenía su
brazo derecho atravesando a la bestia. Mientras el agua y la sangre
eran derramadas, y esta vez la sangre no se evaporaba, la luz de sus
alas se apagó, el plasma y e el fuego hicieron lo mismo, sus huesos
se agrietaban de forma celular que empezaba a parecer polvo...Total
Crymon fue destruido por el sombra.
—Si hubieses tenido alma,
habrías durado más—dijo Musha a los restos de la bestia.
Musha empezó a ir en la
dirección que habían tomado sus nuevos compañeros. Al cabo de poco
tiempo, vio en una azotea a Aleix, tirado en el suelo, con una herida
grave en el pecho.
—Aleix, ¿que ha pasado?—le
preguntó.
—Le seguimos hasta quí, donde
desapareció, al acto reapareció atravesándome el pecho, golpeó a
Sufvil enviándole muy lejos Ghost le agarró e hizo explotar su
avatar, para proporcionar daños a R y volver a nuestro mundo para
encerrarlo mientras él sigue aquí. Ahora debe estar cerca
reponiéndose.
En ese momento, R apareció,
atravesando a Musha por completo. Cuando se vio a unos metros por
delante y a Musha intacto, le preguntó:
—¿Cómo no estas malherido en
el suelo?, te he atravesado.
—Soy un ser hecho de
oscuridad, te será difícil cortarme—le contestó Musha.
—Empiezo a entender cómo
pudiste con Crymon—le alagó R.
En ese momento, Musha y R
empezaron un tremendo combate marcado por sus técnicas físicas. El
combate duró bastante. Sufvil había vuelto mientras duraba. El
combate terminó con R quitándole las gafas a Musha e impactando una
esfera de luz en sus ojos. Eso hizo caer a Musha. El impacto con la
azotea le hizo notar que tenía la daga maldita bajo su mano derecha.
—Eres duro, pero ahora, seas
humano o no, quedarás ciego para siempre—dijo R,—y eso me da
ventaja.
Musha agarró la daga, y sin
querer acarició el rubí de la empuñadura. En ese momento se
encendió la hoja de sable llameante, marcando colores blancos y
negros.
—Imposible—dijo Sufvil.
—Si eres un asesino, ¿cómo
puedes encender esa daga?, tu corazón no es puro—dijo R frustrado.
En ese momento, Aleix dejo ir
una pequeña risa.
—¿De qué te ríes?—le
preguntó R.
—Aunque se parezcan, hay
diferencia entre un corazón impuro y un corazón
traumatizado—contestó Aleix,—Sufvil, déjaselo a Musha, tú
encárgate de alejar a la gente para que no corra daños, algo me
dice que la batalla será muy destructiva.
Continuará.
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