Hong
Kong, 14 de abril de 2015.
En ese momento, R empezó a
atacar a Musha, el cual paraba todos los golpes con el sable. R se
dio cuenta de que no le asestaba ningún golpe, por lo que retrocedió
y le preguntó:
—¿Cómo puedes parar todo si
estás ciego?
—Te detecto por tu olor—le
dijo Musha.
—¿Enserio?—se rió R,—¿y
a qué huelo?
Musha desapareció y apareció
detrás de R, dejando la hoja de fuego rozando su cuello.
—A desesperación—le
contestó.
R se libró de Musha y empezó a
volar por las calles de Hong Kong. Musha empezó a perseguirle hasta
alcanzarle y pararle en un cruce. Poco después, Sufvil llegó
sacando a las personas de los coches y dejándolas a unos metros de
distancia de la confrontación.
En ese momento, empezó un
combate entre Musha y R. Ca da golpe de R era encajado por Musha,
pero Musha conseguía golpear, cortar y quemar en algunos momentos a
su oponente. R retrocedió unos metros, furioso, mirando con odio a
Musha. Musha, haciendo un gesto, señaló a R con el sable.
—¿Cómo es posible?—preguntó
R a gritos y con furia,—soy dios, no podrías hacerme nada.
—Lo dudo—comentó Musha
apagando el sable guardando la daga,—Dios no es malo...
Musha sacó de sus nudillos una
cuchilla de acero. de unos veinte centímetros. Un segundo después
estaba a unos metros detrás de R. Su cuchilla tenía sangre.
—Gilipuertas—terminó musha.
Musha lamió la cuchilla y la
envainó en su mano. En el momento en que la envainaba, la cabeza de
R cayó rodando por el suelo. Musha cogió su cabeza.
—Tranquilo—empezó a
decirle,—te estoy dando algo de energía para que puedas vivir un
poco más, quiero que tu hermano te vea.
Musha y Sufvil fueron donde
estaba Aleix. Musha puso la cabeza en frente de los ojos de Aleix.
—Nuestros cuerpos, están
conectados—empezó Aleix,—Si uno muere, el otro también, eso
dijo Pro.
—Pero la batalla seguirá en
nuestro mundo—dijo R.
—Estúpido—se rió Aleix,—no
sabes lo que te espera.
En ese momento los dos quedaron
tiesos, sin vida.
—¿Has entendido
algo?—preguntó Sufvil a Musha.
—Su mundo es otro, como el
mío. Pero mientras que yo puedo viajar completo, ellos crean
avatares y desplazan sus almas y mentes a ellas, en una conexión
donde sus cuerpos duermen. Lo llaman El Sueño Asaético—le
contestó.
En
algún lugar del mundo, 14 de abril de 2015.
Hugo Sota estaba mirando
los cadáveres de R y Aleix, con Musha en frente.
—¿El hermano bueno?—preguntó
Hugo señalando a Aleix.
Musha asintió.
—Y este es el malo—afirmó
señalando a R,—el otro explotó y el rpincipito está en su casa.
—Es buena persona—le comento
Musha.
—Menuda historia—comentó el
capitán general,—Yo os llamaría...el FPTeam, a los cuatro.
—Vaya nombre más chorra—opinó
Musha.
Hugo sacó de debajo de la mesa
un maletín con la recompensa prometida.
—Lo prometido es deuda, todo
está en euros—le comentó,—¿puedo pedirte un favor sobre La
Saeta Ardiente?
—Ya os lo llevé a vuestra
base de Serbia, si no pudísteis es cosa vuestra. Pero tranquilo,
capitán, seguro que no os dara problemas, al contrario, creo que
podría ayudaros.
En ese momento un portal
dimensional se abrió detrás de Musha.
—Parece que alguien me
llama—dijo la sombra sonriendo.
Sin pensárselo, entró en el
portal. Después, éste desapareció.
Reino
de los Apiros, 14 de abril de 2015.
Sufvil llegó a su reino, vio
que dos guardas le esperaban. Éstos empezaron a guiarle hasta llegar
al castillo, después le llevaron al gran salón, donde mucha gente
le esperaba. El rey, su padre, se le acercó.
—Enhorabuena hijo, has
demostrado ser un gran príncipe y tener futuro como rey—le alagó
su padre,—no solo has detenido a unos criminales de nuestro reino,
sino que además te has enfrentado a unos dioses y has forjado
alianza con las sombras.
—Yo no diría tanto—dijo
Sufvil.
Al poco vio a su mujer Firena,
con Heráclito en sus brazos. AL acto fue con su familia y estuvo con
ella el resto del día.
Base
secreta de los Pro38, 10 de enero de 2017.
Aleix estaba en una sala, con
Pro y una pantalla donde se veía a Ghost.
—Parece que todo a
terminado—dijo Aleix,—¿qué será de R?
—Gracias a la ubicación que
nos proporcionó Ghost, fue detenido al acto de despertar y ahora se
pasará su vida en una prisión de máxima seguridad.
—Un placer ayudar—dijo
Ghost.
—En cuanto al
programa—continuó Pro,—lo desmantelaremos e iremos a por otros
proyectos.
—Será lo mejor—dijo Aleix.
—Estoy de acuerdo—afirmó
Ghost.
—Por cierto, ¿habéis oído
el nombre que os han puesto?—les preguntó Pro.
—No—contestaron.
—FPTeam—terminó Pro.
—¿Qué clase de nombre es
ese?—preguntó Aleix.
—Seguro que se le ocurrió a
un militar de poca monta—afirmó Ghost.
FIN.