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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

martes, 5 de abril de 2016

2-Rex [2]

Notas del autor: os parecerá reiterativo, pero como bien he dicho hace unos momentos, ha habido un error en cuanto a la historia de los capítulos. Ésta parte del primer capítulo que visteis la semana pasada en realidad es el segundo.

Tres días más tarde, Ora volvió a su pueblo natal, el cual ya había terminado las reconstrucciones de sus edificios destruidos por los varos. Ora entró en su casa y vio a Ram manejando un artefacto.
—¿Cómo está Papá?—le preguntó Ora.
Papá, era el nombre que le ponían Ora y Ram al gobernador. El gobernador es el tío de Ora, aunque ha cuidado de ella como un padre. Pero tras la muerte de la madre de Ram en el ataque de los varos, el gobernador adoptó a Ram como hijo, lo que le convertía en el primo de Ora.
—Sigue enfermo, pero mejorando—le contestó.—¿Y el juicio?
—El abogado no lo hizo mal, pero al final Heishi ha sido desterrada al centro del polo norte, vestida tal y como iba en el juicio. Pero le han dado la oportunidad de liberación si salí de allí con vida. Que es lo mismo que una condena a muerte, solo que WPA no anda de por medio.
—Genial, estamos tú y yo solos ahora.
—¿Y Fuppo y Ogama?.
—Fuppo ha tenido fallos al igual que Ogama, el doctor intent repararlos, pero creo que no lo conseguirá.
—Tranquilo, Konran volverá, le mandé a por un recado.
En ese momento, oyeron unos barbullos que provenían del exterior. Ora y Ram salieron de su casa y vieron que venían de la plaza mayor. Se fuero allí y vieron Konran bien recibido con un hombre extraño.
—¡Konran!—gritó Ora.
—¡Ora, Ram!—gritó abriéndose paso con el hombre.
—¿Quén te acompaña?—le preguntó Ram.
—Ora, eso que me contaste de El Limbo...—empezó Konran.
—¿Éste es el hombre que quería entrar?—preguntó.
—No, mas o menos—respondió Konran.
—Me llamo Rex, tenía entendido que buscabais al hombre que entró en El Limbo para buscar a un amigo. No soy él, pero...
—¿Pero?—preguntó ella.
—Usualmente solo entran en el limbo las almas de algunas personas—empezó a contestar Rex,—pero yo entré accidentalmente con cuerpo y alma y logré salir. Sé que no soy aquél que buscas...
—Entraste y saliste, créeme, me fío de tu palabra, y eso te convierte en el hombre que busco—le respondió inmediatamente Ora.
—En ese caso, será un placer ayudar—dijo Rex.—Y sí que he encontrado el método de entrar voluntariamente.
Justo en ese momento, se oyó un grito que venía del laboratorio del Dr. Átomo, creador de Fuppo, Kasai y Ogama y el nuevo mentor de Ram. Todos empezaron a correr para ver que pasaba. Ora, Ram y Konran entraron y vieron al científico sentado en su silla de ruedas y con una guadaña clavada, la guadaña ardía por su hoja de acero sin parar.
—Dios mío,¿está...?—preguntó Ram.
—Sí Ram—le contestó Ora abrazándole.
—Fijaros en su cara de susto—dijo Konran,—parece como si un fantasma se le hubiera aparecido y...
—Asesinado—acabo Ora.
En ese momento, Rex entró.
—¿Qué ha pasado?—preguntó, miró al cadáver,—¿es el Dr. Átomo?
—¿Le conocías?—le preguntó Ora.
—Más o menos—contestó,—el Dr. Átomo es una leyenda del mundo de la ciencia, envidiado por muchos.
—Konran—le dijo Ora,—llama a la guardia, hay que saber quién ha sido, hay que encontrarle.
—Sé quién ha sido—dijo Rex,—y es alguien que no se encuentra, sino que te encuentra a ti.
—¿Cómo?—preguntó Ora.
—Por la cara del doctor y la dalle en llamas solo puede ser alguien—continuó, acto seguido les miró y terminó.—Ha sido La Saeta Sombría.

Continuará.

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