Buscar este blog

Pestañas (Basta con pasar el ratón)

lunes, 19 de junio de 2017

8-La Fortaleza [3]

Kasai y Ora bajaron hacia donde estaba Musha. Éste les recibió pronunciando la siguiente frase:
—Veo que no me tenéis el mismo miedo de antes.
—Es que hace unos momentos hemos conocido a tu esposa—dijo Kasai,—no me imaginé nada de ti en ese sentido, pillín.
—Vaya, por poco no me la pierdo—dijo Musha.
—Estaba con una tal Mercé y una tal Phantom—respondió Ora.
—Vaya—dijo Musha,—ahora que lo dices hace un par de años ellas entraron a buscarnos a los tres.
—¿Los tres?—preguntó Kasai.
—Aleix y Ghost—dijo Musha.
—Pues eso dijeron hace unos momentos—dijo Ora.
—Ya, eso se debe a que cuando tenía diez y siete años, noté la presencia de R, un tipo muy malo, y fui a parar a una realidad alterna en la que viven Aleix y Ghost, después de que R volviese a entrar sin necesidad del Sueño Asaético, pero aún así no pudimos hacer lo mismo, así que hicimos unos retoques y entramos con ese sueño y fuimos a parar en esta, como de costumbre. Ahora mismo Aleix, Ghost y mi yo de los 17 están buscándole con Sufvil, mientras las chicas nos buscan con su misión secundaria.
—¿Y Andes y tú?—preguntó Kasai.
—Poniendo frente a otro tipo malo, activé un agujero negro accidentalmente, otra vez, y nos a traído a diferentes lugares de este mundo. ¿Y vosotros?
—Ese al que llamas R tiene a nuestro hijo—dijo Ora.
—Os ayudaré—se ofreció Musha.
—¿Y tu mujer?—preguntó Kasai.
—La buscaré luego.
—¿Y por qué no ahora?
—Porque habéis dicho que está con Mercé y Phantom, ¿no?
—Sí, ¿y?—preguntó Kasai.
—Y, que dentro de unas horas mi yo de los 17 años, no solo matará a R, sino que además se encuentra con Mercé y Phantom, sin ninguna esposa mía de por medio.
—Lo que significa que antes de ese reencuentro, vosotros os encontraréis—dijo Ora.
—Y si Musha de 17 mata a R, perderemos a nuestro hijo.
—Además he de hablar con Mercé y Phantom para que convenzan a mi pequeño yo de no hacer algo por lo que me arrepentiría el resto de mi vida—dijo Musha.
—Así que podemos aprovechar esos hechos que viviste hace unos años para encontrar a Yogan y a Andes—dijo Kasai.
—Porque si Andes ve al Musha de los 17 en vez de el de los 20, se produciría una pequeña aberración temporal—exclamó Ora.
—De eso no te preocupes, sé como solucionarlo—dijo Musha.
—¿Dónde estuviste hace 3 años en tus recuerdos?—preguntó Kasai.
—En una especie de fortaleza, muy chula, en el triángulo de las Bermudas—respondió Musha.
—Llévanos hasta allí—dijo Ora.
—¿Cómo se piden las cosas?—le dijo Musha de forma seria.
—Por favor—rectificó ella con pánico.
—Tranquila, era una broma—le aclaró Musha riendo,—tendrías que ver la cara que has puesto.
En ese momento, Musha apuntó a Ora con su mano. Ésta empezó a iluminarse lentamente hasta que no quedó nada de su cuerpo por cubrir. Después cada partícula de esa luz con forma de Ora empezó a separarse de las demás. Una por una hasta que no quedó ninguna. Musha hizo lo mismo con Kasai, con el que sucedió lo mismo.
Cuando solo quedó él, miró hacia el cielo. Y pronunció unas palabras en uno de los idiomas de sus antecesores, el sombra original. Esa palabra era sinhala.
Después de haber dicho, Musha se convirtió en un rayo que se dirigió al cielo.

* * *

Ora apareció en una habitación de muros gruesos de ladrillos de piedra con musgo. Unos segundos, su marido apareció cerca de ella.
—Debe de ser el lugar—dijo Ora.
—No parece tanto una fortaleza, más bien un castillo muy viejo—comentó Kasai.
En ese momento, unos rayos empezaron a surgir de las esquinas y bordearon la sala hasta encontrarse todos en medio del techo. Cuando todos se unieron en el mismo, éste descendió hasta el suelo. Del impacto Salió Musha.
Voilá.

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario