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Pestañas (Basta con pasar el ratón)

martes, 29 de septiembre de 2015

5-Amigos del fuego [1]

 Al día siguiente, Kasai y Ram habían partido por la mañana. Estuvieron un buen rato corriendo. Al cabo de un rato, Ram necesitaba un descanso así que pararon.
―Perdona por hacerte correr, pero es difícil usar la piroportación, sobre todo contigo. Menos mal que te hice las botas, sino estaríamos saliendo de Collserola.
―¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?
―Estamos cerca de Capmany, a punto de salir de España y nos dirigimos hacia Schwarzwald, el Bosque Negro de Alemania. Hay cosas que podrían servir.
―¿Cuánto tiempo hemos corrido?
―Unos treinta y siete minutos mas o menos. Pero tranquilo, esta era la primera etapa. En diez minutos haceos la siguiente.
―¿Cuántas etapas?
―Ocho, contando la hecha. Es decir que este es uno de tus siete descansos, luego tendremos el sino, Schwarzwald. Las siguientes paradas para descansar son Valras-Plage, Alès, Valence, Lac du Bourget, el norte de Lac-Lemán, más o menos por Laussane, y por último Herzogenbuchsee, luego ya llegaremos a Schwarzwald. Es un viaje de cinco horas y media si contamos los diez minutos de cada descanso.
―¿Cómo conoces todo esto?
―Porque viajo mucho, y mi creador me puso una especie de aplicación GPS.
―¿Qué habrá al llegar?
―El Bosque negro alemán es como Collserola, un bosque lleno de misterios, magia y cosas así. Por cierto, nada será inofensivo. Esa zona está plagada de cujatos.
―¿Cujatos?
―Unos roedores extraños, enormes, carnívoros. Su carne es difícil de atravesar, pero, si se ven en el lecho de muerte, revientan dejando todo pringoso de tripas y sangra. Además, si creías que los equidnas y los ornitorrincos eran los únicos mamíferos que ponían huevos, vas equivocado.
Se pasaron toda la mañana corriendo, yendo por la senda trazada y reposando en las localidades dichas. Un trayecto de cuatro países.
Aproximadamente al mediodía, habían llegado a Schwarzwald. Ram empezó a ojear la zona. Esos árboles siniestros, sin hojas y de madera negra. Ese suelo de tierra ennegrecido. La intensa niebla.
―Ten cuidado―le advirtió el piroquinético.―Siento temperaturas inferiores a la mía cerca.
―¿Cujatos?
―No, algo más frío.
Empezaron a andar con sigilo por eso lares, poco a poco Kasai notaba más esa presencia. Al cabo de un rato divisaron algo.
―Debe ser eso―dijo Kasai.
―¿Un arbusto?
―Lo parece.
―¿Y que puede ser sino?
―Lo averiguaré―dijo mientras iba hacia allí.
―Te acompaño.
De repente vieron como esa extraña figura se acercaba hasta llegar hasta ellos. Era un hombre, o lo parecía. Parte de su cuerpo, sus brazos y su cabeza era helado, mientras que sus antebrazos, piernas y la parte inferior corporal eran de galleta. Medía dos metros de altura.
―Hola amigos―gritó,―que suerte encontraros, pensaba que estaba solo en este bosque.
―Pues no lo estás―dijo Kasai de malhumor.
―Ya, me refiero a mí como persona, no esos roedores cuajados.
―¿Te refieres a los cujatos?―preguntó Ram.
―Sí.
―Mire señor helado...―empezó Kasai Maguma.
―Por favor, llamadme Konran.
―De acuerdo, Konran, nosotros nos vamos―finalizó Kasai.
―Kasai―dijo Ram,―podría acompañarnos.
―Sí, por favor, no tengo a nadie en mi villa, por eso he estado tres meses en este bosque―añadió Konran.
―De acuerdo―dijo Kasai.
―Por cierto Konran―continuó Ram,―yo soy Ram, y éste es mi amigo Kasai.
―Encantado―dijo Konran.
En ese momento Konran les abrazó. Al soltarlos, noto que uno de los brazos se le derretía un poco.
―Ya, mira Konran―empezó Kasai.―Estoy hecho de fuego, así que si quieres evitar cosas así, será mejor que no me toques.
En ese momento, la niebla se fue. La sombras de aquella arboleda empezaron a unirse acabando de formar una figura humanoide. Un hombre, o lo parecía, vestido de negro, con gafas de sol y una melena morena.
―Vaya vaya―empezó a decir,―Me alegra verte de nuevo, Kasai Maguma.
―¿Quién eres?, nunca te he visto―le preguntó.
―¿Cómo?, ¿no te acuerdas de tu pequeño amigo?, aunque admito que estás algo diferente desde la última vez que nos vimos―añadió el ser.
―Dime quién eres o te...―empezó a amenazar Kasai.
―Claro, supongo que no te acuerdas. Mi nombre es Musha.
―¿Musha?―preguntó Ram.
―Viene de tos palabras en inglés. Murderer y Shadow. Pero decidí abreviarlo―aclaró.
―No sé de ti, pero, una musa, si no voy errado, es una divinidad griega―dijo Konran.
―Muy acertado Konran, aunque creía que habías muerto. Da igual, no solo elegí Musha por su significado sino por su sinónimo.
―¿No entiendo?―dijo Ram.
―Mira niño, una musa es una diosa de las artes, y yo soy un experto en el arte...de matar.
―¿Y que quieres de nosotros?―preguntó Konran.
―¿De vosotros?, es algo entre el fuego y la sombra.
―Pues, ¿qué quieres de mí?―le reiteró Kasai.
―La mosca con forma de flecha sin nombre.
―¿Qué?―preguntaron los tres.
―Lo que habéis oído, y para obtenerlo, voy a tener que apagarte, Kasai.
Musha en ese preciso momento sacó cuatro cuchillas de acero de los nudillos y corrió hacia ellos a mucha velocidad. Kasai, Ram Y Konran se apartaron para evitar el placaje. Ram agarró su arma y le disparó un estampido sónico. Musha agarró el audio en sus manos como si fuera una pelota y lo encogió. Esa esfera empezó a iluminarse y la lanzó en señal de contraataque. Konran corrió para apartar a Ram del lugar, a tiempo de que la esfera de luz emitiese el efecto mezclado de un destello y el estampido.
―Yo me encargo de él, largaros de aquí―les gritó Kasai.
―Pero...―empezó Ram.
―Luego os alcanzo, iros ya.
Konran y Ram se fueron en ese momento, Kasai giró su cabeza hacia Musha dispuesto a entablar la btalla.
―Bueno, Kasai―empezó de nuevo la sombra.―Veo que será solo entre los dos, como en los viejos tiempos.
―Mira, es la primera vez que te veo.
Kasai empezó a envolverse de llamas y empezó a ir hacia Musha a toda potencia, Musha le paro poniéndole la mano ante la frente.
―Siempre predecible―comentó Musha.
Después de decirlo, éste, saltó realizando un giro de ciento ochenta grados dandolé en toda la frente una coz. Kasai salió expulsado, rompiendo árboles y dejando un rastro de fuego en sus cortezas.
Kasai se alzó y volvió a envolverse de llamas mientras veía una sonrisa dibujada en la sombra. Tras haberse envuelto de nuevo en su propio fuego, desapareció en él y volvió a aparecer en la espalda de Musha, pero este se convirtió en una pequeña cortina de oscuridad que le rodeó y, de nuevo, le golpeó al mismo tiempo que se formaba.
Kasai volvió a alzarse y reunió todas las llamas que había soltado en el lugar, saltó y soltó un par de bolas de fuego, señaló a Musha y de las esferas ardientes empezaron a salir copias de Kasai hechas de fuego que se dirigían a la sombra. Cada impacto hacía que la cortina de humo fuese más espesa.
Cuando, vio que el nivel de humo disminuía. Cuando el humo se fue del todo, Musha surgió de él ileso.
―No está mal, pero tendrás que hacerlo mejor.
Musha empezó a dejar soltar unas extrañas bolas, eran espinosas, luminosas y de los colores del amatista. Las esferas empezaron a girar alrededor de él, y en un momento dado, ivan en grupos de dos, alzándose y provocando una explosión de centellas moradas. Cada centella descendía a gran velocidad, parecía una lluvia de láseres violeta. Kasai se había envuelto de llamas otra vez para correr a gran velocidad e intentar esquivarlas.
Cuando finalizó ese caos púrpura, Kasai aprovechó sus llamas para elevarse y volar en el cielo para un impacto en picado. Cando empezó a hacerlo, Musha fue directamente hacia el deteniéndole justo en la mitad de trayecto. Allí empezaron una pelea de golpes, tanto con el puño como con el pie, mientras descendían a causa de la gravedad. Kasai paró para volver a arder y mantenerse en el aire, miró a su oponente y se detuvo al mismo tiempo, pero de el salían trece diamantes rómbicos con una especie de rayo en el interior. El primer diamante clavó en el corazón a Musha dejándole una pequeña luz blanca. Poco a poco los diamantes fueron impactando haciendo más grande e intensa esa luz. Al finalizar, la luz se traslado a su espalda formando dos líneas de las que surgieron alas. Pero no unas corrientes, eran , por delante, unas alas de murciélago del color del platino, y por detrás, parecían más bien de cuervo por las plumas ennegrecidas.
Kasai pensó que si se mantenía ardiendo constantemente, no tendría la suficiente concentración como para luchar, así que hizo que sus llamas se convirtieran en dos alas de fénix. En ese momento, volvieron a entablar esa pelea de golpes.
Unos segundos más tardes, Kasai retrocede un poco y hace que una de sus alas se gire, y luego que ambas giren como una hélice. Musha aprovechó ese momento para atacar. Pero Kasai fue más rápido, se encerró en sus alas provocando una explosión en la que él era el núcleo. De la explosión empezó a surgir un rayo de fuego que impactó en Musha dejándolo ir muy lejos.
―No está mal―afirmó Musha,―pero tienes un defecto. Tu composición.
De repente, Musha alza una mano haciendo que todo se vuelva oscuro. Kasai no veía nada, así que empezó a lanzar bolas de fuego como si diese palos de ciego para ver donde se hallaba. Pero notó que algo le golpeó en la espalda, haciéndole caer. Cada vez que caía a más velocidad, la oscuridad fue desapareciendo hasta que aterrizó y todo volvía como antes. Miró hacia arriba y se fijó que Musha descendía en picado con las alas totalmente llanas y a a toda velocidad.
Justo cuando llegó, Kasai se agachó para esquivarlo. Cuando lo hizo, miró al frente observando como su oponente arrasaba toda la arboleda, cortando todos los troncos con sus alas haciendo un corte más perfecto que una sierra mecánica. Se levantó y también vio a Musha, sin las alas, acercándose lentamente. Kasai se preparó para atacar de nuevo cuando Musha le frenó.
―Admito que eres mejor de lo que me andaba pensando―dijo la sombra.―Sigue así Kasai Maguma, te aguarda un gran destino―le decía pasando por su lado.―Si buscas por el sur, los encontrarás―Musha atrajo una sombra de un árbol y con ella se agarró a otro.―Por cierto, cuida de Ora, así como también de Suta y Mercedes.
Dicho esto, Musha se columpió con las sombras del lugar mientras se iba hacia el este. Kasai miró hacia el sur de manera extraña y sin entender lo que le había dicho Musha.

Continuará.

martes, 22 de septiembre de 2015

4-Hogar dulce hogar [1]

Kasai y Ram iban caminando por los lares del bosque, avanzando hasta el pueblo de Ram. El chico estaba alegre con su nuevo amigo, pero Kasai no estaba tan seguro. Abanzaban mientras mantenían una pequeña charla.
—¿Y qué más sabes hacer, sobre las llamas?—empezó Ram.
—Mucho más, cosas como volar, planear, explotar...y mucho más. Cada vez mejorando. ¿Y tú?, ¿tienes algún don?
—No lo sé, criarse en un entorno como el mío te hace aprender algunas cosas pero, lo que es don...
—Ya lo averiguarás.
—Ya. ¿Y siempre has sido así?
—No, me desperté de esta forma hace un par de meses. Aunque la Saeta Ardiente lleve años en rumores.
—¿Y eso?
—Al parecer tenía una antigua vida, seguramente humana. Le dije al que ahora es mi creador o actualizador o como quieras llamarlo que me hiciese así, pero al parecer él tenía uno de sus proyectos ya tal y como decía, así que nos unió, algo que le ha salido mucho fruto. La otras doce aetas Ardientes murieron.
—¿Hay más como tú?
—Creados por un científico loco, eramos miles, pero yo el único de fuego. De hecho cada proyecto era único.
—¿No recuerdas tu antigua vida?
—No.
—Tuvo que ser mala para pedir el cambio y una amnesia.
—Probablemente. ¿Y cuál es tu historia?
—Mi madre es una Valquiria, pero mi padre era un humano. Aviador de hecho. Murió cuando tenía seis años. Ahora solo tengo a mi madre y algunos amigos del pueblo. Siempre él me decía que me enseñaría a volar, al parecer mi abuelo lo hacía también.
—¿Te gustaría?
—Sí, la verdad.
Llegaron a una especie de de cueva, donde un panal de abejas la reinaba. Ram entró sin problema pero Kasai lo detuvo.
—¿Qué haces?, puede que a mí no me afecten pero a ti...
—No te preocupes, están para alejar a los curiosos.
Ram tocó la pared del fondo de la cueva, las abejas fueron directo a la pared empezando a formar una especie de puerta. El trozo de pared que estaba dentro de los límites desapareció y se vio el interior de un tronco con un agujero triangular. Detrás del agujero se veía más bosque.
Los dos cruzaron la puerta, mientras salían del tronco, las abejas se fueron haciendo que todo volviese a la normalidad.
—No conocía esta parte del bosque—dijo Kasai.
—Se debe a que hay un campo que cuando lo atraviesas te manda a la otra puta de éste, aproximadamente a un kilómetro de distancia.
—¿Y la gente no lo ve?
—Lo de dentro no, cuando ven el campo ven lo que hay a un kilómetro de distancia como si estuviera delante.
En unos segundos llegaron a una pequeña aldea, parecía muy pacífica y tranquila. Los niños jugando y los adultos trabajando en las cosechas y los talleres. Parecía un pueblo medieval vestido en lo contemporáneo. Poco después, los dos llegaron a una casa y entraron en ella.
—Hola mamá—gritó Ram al entrar.
Kasai entró detrás de él, poco más tarde apareció la madre de Ram. Era una mujer de entre treinta y cuarenta años, o eso aparentaba. Tenia el mismo color de pelo, castaño tirando a rubio.
—Ram quiero saber qué has hecho toda la noche...—empezó a reñirle, pero en cuanto vio a Kasai, combió su tonalidad de voz,—y quién es tu amigo.
—Mamá, este es Kasai, ¿tienes algo de papá que se pueda poner mientras tanto?, luego te lo explico todo.
—Claro, puede que haya algo de su talla.
La madre de Ram acompañó a Kasai hasta el baño, luego se marcho y volvió al cabo de un rato con un montón de ropa.
—Creo que algo de aquí te puede valer.
—Gracias—le dijo Kasai.
La señora Dansu se fue, Kasai empezó a mirar toda la ropa. Encontró unos pantalones negros que servían para hacer deporte, la tela era única, parecía como si se hubiese fusionado a un traje ignífugo. Se quitó su cinto y sus botas de metal con cuidado, en ese momento sintió mareo. Se puso con cuidado los pantalones y encima de éstos las botas y el cinto. Unos segundos más tarde encontró una camisa de la misma tela y el mismo color. Volvió a quitarse el cinto, y esta vez también se quito su peto. Volvió a sentir el mareo de nuevo. Con cuidado de no rajar la tela con las muñequeras ni el casco, Kasai se puso la camisa, y encima de ésta las armaduras respectivas.
Al finalizar, volvió a la sala de debajo. Ram ya le estaba esperando.
—Ya le he contado todo a mi madre, ahora está cocinando, o más bien terminado lo que cocinaba. Supongo que te quedas a comer.
—No, no quiero molestar, además, llevo meses sin alimentarme porque no lo necesito.
—Claro, estás hecho de fuego. No, lo digo en serio, quédate.
En ese momento la madre de Ram salió, miró a Kasai y le dijo.
—Vaya, te queda bien, pero las armaduras...
—Las necesito, son lo que me mantiene con vida—le replicó Kasai.
—Ah, pues Ram no me ha contado nada.
—Ya, se me olvidó—se excusó Ram.
—Señora, le prometo que se lo devolveré—le dijo Kasai.
—Tranquilo, te queda mejor que a mi marido. Y llámame Anna, y tutéame. No soy tan mayor
—Lo siento—se disculpó Kasai.
—No, tranquilo, seguro que lo hacías por respeto.
Justo en ese momento, una chica de unos veinte años de edad entró en la casa. Cabellos rojos como la sangre, ojos verdes como la esmeralda. Vestía de verde y blanco y llevaba una diadema dorada con un diamante, unos brazaletes, unos collares y unos pendientes del mismo estilo.
—Madre mía, se huele el manjar desde el otro lado del pueblo—empezó a decir la muchacha, en ese momento vio a Kasai y continuó,—y se ve que hoy toca macizorro al metal.
—Ora—dijo Ram—éste es Kasai Maguma—miró a Kasai,—te presento a Ora Tenshi
—Encantada—dijo Ora dándole la mano.
Kasai le devolvió el gesto, en ese momento la mirada de y la sonrisa de Ora cambiaron el rumbo hacia la preocupación.
—¿Eres la hermana de Ram?—preguntó Kasai.
—No, soy una especie de mentora o profesora particular, algo de sacerdotisas.
Ram se fue con su madre a preparar la mesa mientras Kasai y Ora se quedaban charlando.
—¿Así que eres sacerdotisa?, o ¿sea sacrificios y cuidar templos?
—Bueno, lo de los sacrificios ya no se hace desde el siglo XIV, y lo de cuidar templos desde el XIX. Así que ahora procuramos enseñar lo que podemos, y yo me ocupo de Ram. También hay más cosas pero son como muy particulares.
—Ya veo.
—Y tú, que eres. Conozco todas las criaturas que han existido, y nunca he sabido de alguien como tú.
—Podemos decir que soy un bicho raro.
—Pareces la mezcla de un varo y un rezo.
—Oye que no te he insultado en ningún momento.
—Perdona, los varos son seres negros con poderes místicos que se dice que vienen del más allá, y los rezos son seres que tienen una mala costumbre de envolverse en llamas y que viven en los volcanes.
—Pues en ese caso se puede decir has acertado en las dos cosas.
—Volviendo con Ram, ¿eres amigo suyo?
—Bueno, la verdad no pensaba quedarme.
—Por supuesto, ¿sabes que uno de los dones de las sacerdotisas es la quiromancia?, nada más tocarte he visto lo que eres y cómo eres.
—Es un niño, seguro que tiene más amigos por ahí, seguro que no soy el único. Además, yo no quería nada de esto.
—¿Qué te ha dicho?, ¿que quiere ser leyenda?, te lo ha dicho porque cree que así conseguirá amigos más fácilmente. Su sueño no le hace popular. Y por como eres, neo que le has sacado de un aprieto y ahora no quieres saber nada de él. ¿Porque lo has hecho?
—Por que lo vi asustado.
—¿Solo por eso?,¿o te pareció una imagen familiar?
—Más o menos. En realidad, no soy ni varo ni rezo...
—Lo sé, la quiromancia dice que eres un ser creado a partir de un humano normal y corriente. Y ver a Ram en esa situación, te hizo verte a ti en una imagen que ni siquiera recuerdas.
—Exacto.
—Mira, Kasai, Ram solo quiere amigos aunque diga que los tenga, y tú eres el único que por el momento ha estado a su lado. Tanto a él como a ti os conviene algo de amistad.
—¿Y tú?, ¿no eres su amiga?
—Mas bien soy como una hermana, llevo enseñándole desde hace cuatro años. Cada día vengo aquí y después de comer le toca clases. Pero parece distraído. Te necesita, y aunque tú no lo aceptes, tú también le necesitas. Si quieres irte, vete, pero llévalo contigo. Estoy sumamente segura que le puedes enseñar algo.
—Su madre no le va a dejar.
—No, a no ser que yo la convenza de lo contrario.
En ese momento, Ora solicitó hablar con la Señora Dansu. Ésta la llevó a un lugar más privado.
—¿Que opina de Kasai?—le preguntó Ora.
—No me fío de él, tiene pinta de tener malos humos, metafóricamente hablando.
—He hablado con él, en breve se marchará, pero estoy segura de que Ram querrá acompañarle.
—Si se va perfecto, pero mi hijo no irá con semejante monstruo.
—Mira, yo tampoco me fiaba de él antes de hacer la quiromancia, pero al tocarlo lo he visto todo. Es cierto que es un criminal, pero jo es culpa suya, además su personalidad es demasiado diferente a lo que los demás piensan de él.
—¿Y que hago?, dejar a mi hijo irse con un desconocido o hacer que pierda al único “amigo” que ha tenido.
—Señora, sois una valquiria, si en momento alguno hay una riña entre los dos o algo pero, podéis hacer que siempre esté seguro. Además, él le ha sacado de ese aprieto.
—Bueno, dejaré a mi hijo irse con el pero con condiciones, y dependiendo de lo que pase, también habrá consecuencias.
Al cabo de unos momentos, en el final de la comida, la Señora Dansu interrumpe en la mesa para hablar con él.
—Bueno, Kasai, tengo entendido que te irás—le dijo.
—La verdad es que sí—contestó.
—Podría acompañarte—saltó de repente Ram.
—Veo dos inconvenientes—empezó Kasai,—primero, no creo que tu madre te lo permita, segundo, no creo que estés preparado para lo exterior.
—Mi hijo puede estar preparado—dijo su madre,—y además le permito pero solo con ciertas condiciones.
—¿Cuáles?—pregunto el chico.
—Que se me tenga informada por lo menos una vez a la semana, que aprenda solo lo necesario y que lo devuelvas de una pieza y con vida.
—Soy el ser más temido—empezó Kasai,—¿cree que su hijo puede recibir daño alguno si yo le acompaño?
—Estás hecho de fuego, te afecta el agua.
—No si aprendo como ser griego.
—Esperad, ¿ser griego?—pregunto Ram.
—El fuego griego, un fuego que puede arder tanto encima como debajo de ella—dijo Ora,—es decir, que cuanto más agua, más fuego.
—Bueno, Ram—continuó su madre.—Supongo que puede ir.
—Saldremos mañana temprano, así que deberás madrugar—le dijo Kasai.
Durante la tarde, mientras Ram estaba con Ora, Kasai entró en una habitación de la casa llena de cacharros eléctricos estropeados. La Señora Dansu le vio y entró.
—Todo eso era de mi marido—le dijo,—le encantaba coleccionar este tipo de cosas, pero cuando murió, no supe que hacer con ello.
—Creo que yo sí—le dijo,— ¿Me permite?
—Adelante.
La Señora Dansu se fue en ese momento, Kasai empezó a ojear todos los artefactos de la sala. En seguida, sin saber lo que hacía, se puso a coger cacharros, desmontarlos y unir algunos chips. E incluso hizo algunos él mismo. No sabía dónde había aprendido a manejar la electrónica, quizás en su otra vida, pero eso le salió con muchos frutos.
Al caer la noche, Kasai había terminado de hacer un par de botas y una pistola de tecnología punta. Un humano normal tardaría más tiempo, pero dando que él era fuego podía ir mucho más rápido.
Salió de la sala y vio que Ram estaba en el sofá. Le lanzó las botas a las rodillas diciendo:
—Pruébatelas.
—¿Qué son?
—Tu hazlo.
Mientras Ram se probaba esas botas, Kasai iba a abrir la puerta. Ram se levanto y vio que eran cómodas, luego se dirigió a Kasai.
—Corre—dijo Kasai.
—¿Cómo?
—Corre todo recto, y si tienes que evitar un obstáculo, por muy grande que sea, salta por encima. Llega hasta el límite de esta aldea y vuelve haciendo lo mismo.
Ram obedeció. Salió despegando. Al cabo de unos segundos volvió.
—Son de lo mejor—exclamó.
—Hablando en cristiano, cuando corras irás más rápido, y cuando saltes, más alto y/o lejos
—¿Hasta cuánto?
—Pues depende, tienes dos diales, uno en cada bota. Cuando lo pongas en modo normal, se multiplica por uno, o sea que irás como si nada. Medio sería por seis y Máximo sería por trece, o sea ir a mi altura. Si vienes conmigo, sera mejor que me alcances.
—Gracias.
—No me las des aún—le dijo, luego le dio la pistola.—Toma.
—¿Qué es?
—Un arma, tiene varias funciones. Funciona con unas pequeñas bolas y dependiendo de la función, la concentración de energía de sonido será diferente. ¿Me entiendes?
—Mas o menos.
—Las funciones son las siguientes: Sonic-Boom, lanza la bola y al impactar con algo, explota emitiendo un estampido sónico; Twister-Sound, dispara la bola como una bala y a cada metro deja ir una onda expansiva de sonido; Light-Rope, sale una cuerda de luz, por si necesitas llegar a algún lugar alto o algo parecido; Laser-Shoot, como dice, un disparo láser.
—Esto es genial, pero no entiendo lo del sonido.
—Cada sonido es diferente a otro, como una huella dactilar. Pero según su frecuencia puede tener alteraciones, lo más frecuente es reventar, en algunos materiales, suele ser el cristal, pero es demasiado efectivo.
—¿Cuantas bolas caben?
—En cada cartucho caben un total de mil trescientas. Tienes tres cartuchos en estos sacos.
Le dio un cinturón con un par de riñoneras.
—Será mejor que te vayas a dormir, mañana nos aguarda un gran día.
—¿Y tú dónde duermes?
—No me hace falta dormir, estoy hecho de fuego.Por cierto, cámbiate la sudadera, el azul me recuerda al agua.
—Claro, engo una verde si te parece bien.

Continuará.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Vegetarianismo, tipos e influencias.

Buenas tardes a todos y bienvenidos de nuevo a Azsaet!, mi blog personal. En el día de hoy voy a hablar del algo diferente, el Vegetarianismo. Hago esto porque muchas veces la gente afirma un montón de cosas de este estilo de vida alimentación (si se me permite decirlo), y la mayoría de ellas son falsas y en contra. Los únicos que lo saben todo sobre el vegetarianismo son los mismos vegetarianos. Yo lo único que voy a exponer en este Azsays es lo que yo tengo entendido con el vegetarianismo y algo parecido a una defensa.
Como muchos ya saben el vegetarianismo es un tipo de dieta alimenticia que consiste en la abstención de productos que vengan de animales, en especial la carne. El término vegetarianismo, como se puede ver, viene del término vegetal. Este estilo de vida alimenticia tiene bastantes derivados o tipos dentro del mismo, además que ha influido para crear otros estilos, a veces muy poco y a veces bastante, de manera personal o no, pero claramente estos otros estilos no están dentro del vegetarianismo, puesto que incumplen la regla de la abstención animal, luego explicaré porqué. De hecho, para poner más organización he puesto el Vegetarianismo real en una clase, y los estilos influidos los situaría en otro, pero si queréis no hagáis caso, es solo organización.

1-Vegetarianos de virtud: como bien dice, serían todos los tipos que se consideran vegetarianos, los que cumplen su norma básica. En otras palabras, éste es el Vegetarianismo Real. Podemos encontrar:
  • Veganos: no solo evitan la comida que provenga de los animales, sino de todo producto que esté hecho para el ocio, la vestimenta,… A esta clase se le podría llamar la más pura del vegetarianismo.
  • Vegetarianos: fue el termino que inició todo, en este tipo solo evitan la alimentación del producto animal, de hecho, podemos decir que cuatro subclases se hallan dentro.
    Estricto (evita al 100% esta clase de productos9, no es lo mismo que el vegano, ya que los estrictos solo evitan el producto animal en la alimentación.
    Api- (son los que añaden miel, formaría la palabra apivegetariano), puede que la miel esté hecha de néctar de flores y plantas, pero creo que los vegetarianos la separan porque las abejas la hacen con su saliva.
    Ovo- (añaden productos hechos de huevo, formaría la palabra ovovegetariano)
    Lacto- (añaden productos lácteos, formaría la palabra lactovegetariano)
    *los prefijos api-, ovo- y lacto- se pueden unir entre ellos. La unión Ovo-lacto es la más común de las clases vegetarianas y no además añaden productos refinados como harina, azúcar y algunos colorantes.
  • Crudívoros: como dice el nombre, estos vegetarianos consumen productos crudos o ligeramente tibios (que no pasen de los 46'7ºC).
    *Se puede ser Crudiveganismo, la unión del vegano y el crudívoro.
  • Granivorianos: propugnan el consumo de alimentos en grano.
  • Lacto-cerelianos: alimentación basada en productos lácteos y cereales. Su objetivo es el mismo que el vegetariano y por eso a veces se puede encontrar en su interior, debido a que la leche animal a veces se añade, aunque cabe destacar que hay leches vegetales (como soja, almendra,...).
  • Frutarianos: consumen solo fruta, como se hacía en los primeros años prehistóricos y cada día deben alimentarse de 300g de frutos secos y un kg de fruta fresca si quieren estar en buen equilibrio.
    *De hecho, suelen dar referencia a Adán y Eva.
  • Esteinerianos: son los que no solo consumen alimentos vegetales, sino que además también regeneran, es decir que se dedican a plantar los alimentos.
  • Eubióticos: se preocupan de ayudar al mecanismo digestivo combinando correctamente los alimentos evitando proteicos y carbohidratos.
  • Herbívoros: son los que comen solo verduras y, aún más, hierbas.
2-Vegetarianos de/por comportamiento: son esas personas que se basan en esta dieta, son considerados vegetarianos por los que no lo son(los que consumen animales) pero en realidad no son vegetarianos. Podríamos decir que son los que están en territorio neutral, los que entienden perfectamente este estilo de alimentación (debido a que el resto de la sociedad cree que es una locura) y que siempre se pondrán de este lado en alguna disputa.
  • Macrobióticos: son los que llevan la alimentación que desean y al ser así, entienden la dieta de cada persona. No lo es pero, dependiendo de la alimentación de la persona, se le podría o no considerar (pero el porcentaje de consumo animal tendría que ser muy inferior al 10%).
  • Flexitariano: son también llamados “vegetarianos flexibles”, son aquellos que siguen su dieta vegetariana pero solo se alimentan de carne por temas de salud y durante el tiempo que se necesite, sería el único de éstos que estaría considerado cuando está bien de salud.
  • Pescetariano: solo comen productos del mar (como algas, pescado, marisco,..) y no se les considera, aunque excluyen toda carne que sea de la tierra. Mucha gente cree que el pescado no es carne, cuando en realidad si lo es (ya que los peces son animales), por eso mucha gente no-vegetariana considera el pescetarianismo como un vegetarianismo, pero hay que dejar claro que no es así.
  • Pollatariano: solo comen carne del pollo (aunque a veces añade algún que otro ave), y por tanto no lo son, pero igualmente están influidos.
    *A veces estos dos últimos se unen entre ellos y/o con el término vegetariano, pero siguen sin considerándose por que pasarían a ser...
  • Seudo vegetarianos: comen menos carne que el resto y tampoco se les considera, dentro de esta clase están los No-carnívoros que no comen nada de carne (aunque hay productos animales que ellos no consideran carne, como el pescado y/o los huevos), también se llaman semi-vegetarianos.
Ahora bien, muchos se preguntan por qué lo son. A partir de ahí se formulan teorías y otros al ver esas teorías afirman cosas que no deberían, como por ejemplo el hecho de que odien a los animales y otro tipo de contras falsas. Otros creen que a los vegetarianos no se les debería considerar humanos por el simple hecho que la alimentación humana es omnívora, pero que yo sepa no es una alimentación diferente ya que solo se abstienen, como bien he dicho antes. Me parece absurdo decir que no lo son. Los que queráis tacharlos de humanos, hacedlo también con los católicos ya que ellos también se abstienen de carne en el período cuaresmal (unas seis semanas), aunque contemporáneamente solo son los viernes.
Una vez dicho esto, os voy a mostrar una tabla de porcentajes de porqué (si no ando herrado), y esta tabla contradice esas contras falsas formuladas del odio e inhumanismo. Además tengo que añadir que algunos lo son temporalmente y otros para siempre.
Salud
32,00%
Presencia de hormonas en la carne
15,00%
No le gusta la carne
13,00%
Amante de los animales
11,00%
Derechos animales
10,00%
Religión
6,00%
Preocupación por el planeta
4,00%
Perder peso
3,00%
Reducir el hambre
1,00%
A partir de aquí ya podéis hacer teorías favorables al vegetarianismo. Me gustaría añadir un par de disculpas: la primera porque no se si me he explicado bien; la segunda a los vegetarianos que lean este post, porque no se si he estado acertado y no se si se resultarán ofendidos por ello.
Una vez dicho esto, gracias por la atención. No olvidéis pasaros cada martes para La Saeta Ardiente (sí, siempre hago publicidad de ello) y si os gusta no olvidéis seguirme en Facebook, Twitter o Tumbrl (en el superior de la barra izquierda tenéis tres botones directos). Si queréis podéis hacerme preguntas en mi ask.fm (justo debajo de los botones). Muchas gracias por la atención y nos vemos en la próxima.

martes, 15 de septiembre de 2015

3-El pequeño Ram [1]

A la mañana siguiente, Kasai se encontró tumbado en una playa. Se levantó y vio la barca como si fuera un muro enterrado a medias justo detrás de él. Se levantó y miró a sus alrededores. Reconoció el lugar, la playa de las filipinas. Estaba en Gavá, justo al lado del Aeropuerto del Prat de Barcelona.
Empezó a caminar, miró hacia el sol y vio que no eran más que las ocho de la mañana. Ahora él estaba solo en el mundo, él era libre. Desde hacía tiempo que había oído que había un bosque, una sierra de montañas, donde la magia se hallaba en cada rincón y el ser humano nunca ha podido hallar. Ese bosque tenía el nombre de Collserola, situado unos kilómetros al norte. Su plan era llegar ahí sin que nadie pudiese ver su aspecto hasta ver qué podría hacer para cumplir su sueño, un sueño que tenía para cuando estuviese libre. Ser aceptado en la sociedad humana como uno más, algo que él sabía que era costoso por sus actos pasados.
En unas horas llegó al bosque, había encontrado una capa con la que cubrirse por el camino. Anduvo por los senderos hasta da con una aldea que no aparecía en el mapa. Una aldea, reinada por sombras, una aldea de aire clandestino. Todos los que vivían allí eran criaturas inhumanas buscadas por todo el mundo. Gente que había cometido todo tipo de crimen, y en caso de que no fuera así, eran capaces de hacerlo.
Entró en una especie de taberna, donde todos los habitantes del lugar se encontraban allí. Al parecer estaba subastando gente. Acababan de vender dos gemelas a algien que parecía un minotauro.
—...Muchas gracias Cerbero—dijo el subastador.—Y por último tenemos a un niño.
Se levantó una lona, un niño de entre diez y doce años estaba encadenado, vestido con un jersey azúl y un pantalón marrón.
—Encontrado ayer, parece humano, pero en realidad viene del pueblo pacífico que nadie sabe donde está. Sí, damas y caballeros, aquél más escondido que el nuestro, lleno de valquirias y sacerdotisas y otras de esas criaturas extrañas. Lo sabemos por las vestiduras que tiene. Y su aspecto indica que uno de sus progenitores es humano y el otro una valquiria, no sé quien es él y quien ella. Y ya sé que no parece gran cosa, pero podéis usarlo para cualquier cosa sino queréis esperar a que crezca para ser un gran esclavo.
—¿Descuartizarlo?—pregunto un hombre lobo.
—¿Degollarlo?—dijo un hombre con la mitad de leopardo.
—¿Torearlo?—preguntó el minotauro.
—Sí, sí— afirmó el subastador,—incluso podría hincarle mis colmillos, pero hoy ya he bebido suficiente.
El público empezó a soltar un par de risas. Kasai notó que el niño estaba asustado. Vio como miraba al público y asta que el niño se fijo en Kasai. Le hecho una mirada confusa, como si no supiese quien estaba ahí. A Kasai se le quedó esa mirada.
—Muy bien, damas y caballeros. ¿Qué les parece empezar por...mil?
El lobo levantó la pata. En seguida la gente empezaba a subir la puja. Dos mil por parte del minotauro. Dos mil quinientos por parte de un Ian, un hombre de hierro de dos metros. Tres mil por parte de un enano. Cuatro mil quinientos por parte del lobo.
—Cinco mil, y embisto al que siga—dijo el minotauro.
—Cinco mil para el señor de los cuernos—dijo el subastador.—A la una, a las dos...
—Una amenaza—saltó Kasai.
—Vaya, el encapuchado ofrece una amenaza—dijo el subastador mientras los demás se reían.—¿Qué es eso?
—Que envío a este pueblucho maloliente y cada habitante al infierno si ese crío no es mío.
—Vaya, pero creo que tiene más valor la oferta de Cerbero—dijo el subastador.
—¿Está seguro?—pregunto Kasai quitándose la capa.
—¿Qué demonios eres?—le preguntó el hombre lobo.
—He oído hablar de él—empezó un ángel oscuro, un ángel de alas negras.—Un ser de fuego y sombras, siempre da con lo que quiere, buscado en todas partes, conocido como “La Saeta Ardiente” y que cada país tiene su precio por cabeza. Aquí en España esa cabeza tiene el precio de cuarenta millones trescientos mil euros y subiendo. Solo con ese precio dice que es más peligroso que todos nosotros juntos.
—Pues yo me quedaré con la recompensa—dijo Cerbero preparándose para embestir.
El minotauro empezó a correr hacia Kasai, éste empezó a arder e hizo un placaje al hombre toro. Cerbero cayó, y se volvió a levantar, volvió a embestirle, pero esta vez Kasai le sujetó por los cuernos. Dejó que lo llevara a la pared, puso los pies en el muro intentando empujar un poco. En un momento saltó soltándolo. El minotauro chocó con la pared y por la fuerza de choque los cuernos se rompieron. Cerbero miró a Kasai y este con su puño de fuego le golpeó el hocico dejándolo en el suelo, aturdido. Kasai miró a la gente y gritó:
—¡¿Alguien más?!
El público negó con la cabeza, Kasai se agachó y miró en los bolsillos del minotauro. Sacó un fajo de billetes y una moneda. Miró al subastador y dijo:
—Mi amenaza vale cinco mil euros y un céntimo.
—Vendido—dijo el subastador.
Kasai subió y le dio el dinero al subastador mientras le daban al niño encadenado. Kasai tiró del niño hasta haberse alejado bastante de la zona habitada. Cuando llegó donde quería paró y le miró, tenía cara de asustado. Miró sus cadenas. El niño apartó su mirada con más miedo al ver que Kasai sacaba fuego de las palmas. Acto seguido, Kasai echó todo el fuego a las cadenas haciéndolas derretirse como si fueran hielo.
—Vete—le dijo.
—¿Qué?
—Que te vayas, eres libre.
—Pero...me has sacado de allí.
—¿Y qué?
—Que te debo la vida.
—Considéralo un favor, y ahora será mejor que te vayas—dijo Kasai marchándose.
—Espera.
—¿Qué pasa?
—Puedo acompañarte, en algún momento te tengo que devolver la deuda, favor o como lo llames.
—Puedes pagarla... marchándote a tu casa.
—¿No puedo ir contigo?
—No puedes, ni debes. ¿No sabes lo que soy, lo que me llaman y/o lo que me temen?
—Yo no te veo mal.
Kasai sonrió y empezó a caminar, el muchacho empezó a seguirle. Kasai empezó a cantar como era su vida.

Conozco el son que las sombras dan
y el aire me abraza sin apenas arder.
Tú en mi historia no tienes lugar,
no eres más que un niño que no sabe qué ver.

Todo lo que me toca empieza a quemar
e incluso todo lo que pueda ser amistad.
Fuego y magma siempre me protegerán,
es mi hogar de equilibrio, un mágico clan.

Como una sombra soy
y rodeado de fuego estoy.
Hay una fuerza estelar
en mí cuando mi furia doy.
No puedo estar
con nadie más.
No miro atrás
y solo voy.

—Ya, pero, ¿no crees que podríamos formar un equipo?
—Se ve que no coges las metáforas, así que te lo diré algo más literal.

Sé como es todo ese mundo que vi
y lo quiero apartado de mí.
Sentí su maldad, y su falta de humanidad
y mi mundo solo está hecho de soledad.

Pues una sombra soy
y junto al fuego estoy.
Hay una fuerza estelar
en mí cuando todo doy.

No quiero estar
con nadie más.
Lo dejo todo atrás
y solo voy.

—Cierto es que eres algo especial pero yo no te llamaría monstruo—dijo el muchacho.
—No me voy a deshacer de ti, ¿verdad?—le preguntó, miró su cara y volvió a preguntar.—¿Cómo te llamas?
—Ramrod Dansu, aunque todos me llaman Ram—le dijo extendiendo la mano.
—Kasai Maguma—dijo devolviéndole el gesto.
—¿A dónde vamos?
—No sé, el destino lo dirá. Mi meta es ser aceptado como uno más en este mundo. ¿Y tú?
—Me gustaría ser una leyenda.
—Como no—dijo en voz baja, luego se volvió.—Ser leyenda...dirás famoso.
—Sí, algo así.
—Pero, sabes que la gente como nosotros sigue el dicho “comete el crimen ahora o calla para siempre”?
—¿Y Merlín?
—Ese viejo carcamal tuvo mucha potra. Mira, a mí se me conoce por piromanía, asesinato y miles de crímenes que no te diré, y esos que querían descuartizarte igual. Crees que vas a ser...
—Leyenda, sí.
—Bueno, admito que tienes entusiasmo, por algo se empieza.
—No te das cuanta de que si vas por el mismo lugar que yo, acabarás antes tu meta?
—Bien dicho, pero por leyenda...¿a qué te refieres?
—Aunque no lo creas, muchos famosos de hoy en día son gente como nosotros.
—Más como tú, mas yo...no creo.
—Mira, en este mundo hay cosas que la humanidad apenas sabe que existe, muy pocos las creen.
—¿Y como lo hacemos para que no nos investiguen como alguien exterior a la Tierra?
—Supongo que eres un crack dando esquinazo para tener un valor cada vez mayor. Por cierto, en cuanto a esto...debe de ser un viaje y ya tengo la primera estación.
—¿Tu pueblo invisible?.
—Sí, no creo que vayas solo cubriéndote con esa armadura, necesitamos ropa nueva, alimentación y cosas así. Y luego el objetivo de leyenda.
“Este niño sueña mucho, cree que todo es fácil pero tiene mucho entusiasmo y mucha energía, mas no se equivoca en muchas cosas de las que dice, solo necesita una mano...como yo”.
—Llevo esta armadura porque la necesito, me mantiene con vida, sobre todo el casco.
—Pues póntelos encima. Ya veremos que hay. Mi pueblo está por ahí.
Señaló hacia la dirección noreste, y en seguida los dos se pusieron en marcha.

Continuará.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Noticias/Avisos 15.9.14

Hola a todos y bienvenidos una vez más a Azsaet!
Hoy quiero avisar de un par de detalles. Si os fijáis en la barra lateral izquierda, se han añadido Facebook, Twitter (ya estaba pero más abajo), Tumbrl y Ask.fm. Facebook y Tumbrl solo estarán para las azsagas, mientras que el Twitter es mi oficial y el ask es porque si queréis saber algo más de mi, podéis preguntar cualquier cosa y de forma anónima o no.
Solo quería decir esto, muchas gracias por la atención.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Siempre se harán querer


El agua cristalina
o la luz celestial,
quizás la estrella brilla
por la sombra lunar,
dependiendo del final
de la playa de arena fina,
o también nos hacen sentar
en muy buena silla.
De todo puedo decir
pero no dejaría de mentir
pues tu rostro y tu ser
siempre se harán querer.

martes, 8 de septiembre de 2015

2-El Tártaro en Llamas [1]

Kasai seguía ardiendo mientras volaba cada vez más rápido hacia el sur. Debajo de sí veía los prados verdes, algunos pueblos, algunos montes con su cima nevada, etc. Pasó por encima de la sierra pirinea, saliendo del territorio galo para entrar al hispano. Pasó por encima de varias ciudades catalanas hasta llegar a la capital catalana. Descendió en plaza Cataluña, al aterrizar apagó sus llamas y se fue al metro. Miró el reloj, ya eran cerca de las nueve de la mañana.
Entró como si nada, como si fuera un humano dentro de la norma corriente. Subió al primer metro que vio, al primer vagón, y se agarró a una de las barras. Notó, tras pasar la primera parada, como una niña de unos cinco años de edad le miraba con asombro. Él le devolvió la mirada añadiendo un guiño y una sonrisa. La madre de la niña, que estaba al lado, la aparto un poco diciendo “no mires a ese extraño, hija”. Kasai oyó la voz del tren que anunciaba “propera parada, Drasanes”, así que alargó su mano y sacó una bola de fuego. Todo el mundo se alejó de él. Con el pulgar y el índice de la otra mano, alargó la bola e hizo un barrido hacia abajo llevándose todas las llamas y dejando aparecer una rosa blanca. Se la dio a la niña diciendo:
—Esto ha sido gratis.
La niña puso cara de admiración tomando aquella flor y mientras Kasai bajaba del metro, la gente le aplaudía.
Kasai salió a la calle, estaba cerca de la plaza Colón, al lado del puerto. Se dirigió hacia la playa, dirección noroeste. Cuando llegó, extendió los brazos gritando:
—Ábrete, Sésamo.
De la arena salieron unas escaleras de dos metros de altura. Seguidamente, salían unos pedestales con unas pasarelas de cinco metros de largo y de ancho, se colocaban en fila india adentrándose en la mar. Kasai, por cada pedestal que avanzaba, el de detrás volvía a su sitio. Se adentró trece kilómetros hasta llegar a una base de hierro, una especie de ciudad de acero con los edificios pegados unos a otros, la base era de unos cuatro kilómetros de radio, tenía un perímetro circular.
Cuando la última parte del puente se guardó, llamó a la puerta. Salió una cámara que empezó a escanearle.
—¿Identificación?—dijo al empezar, cuando terminó, dijo:—Kasai Maguma, clasificado, puede pasar.
El portalón se abrió y él pasó. Nada más entrar, la puerta se cerró y se encontró con Ogama, un ser robótico con la cabeza y las manos con forma de dalle. Era uno de los proyectos de vigilancia. Kasai era un proyecto cazatesoros, creado por el Doctor Átomo, como muchos otros, solo que los demás eran cien por cien mecánicos y Kasai era más bien algo parecido a un ciborg o un biónico.
—Hola Ogama, sabes dónde está el jefe.
—Está en el laboratorio siete, continuando el proyecto Ecuso, ¿te acompaño?
—Gracias.
Mientras caminaban hacia su destino, iniciaron una pequeña charla entre colegas.
—¿Y bien?, ¿has hecho de las tuyas?—preguntó Ogama.
—Tenía que hacerlo, las últimas misiones eran en lugares inhabitados, y parte de la diversión de mi trabajo es quemar cosas con seres vivos, eso en un desierto o en un templo hacer se puede, pero no tiene gracia. No me vale con transportarme, coger y transportarme, yo solo transporto la mercancía, en cuanto a mí...
—Ardes sin parar, te comprendo. Llevo meses deseando salir solo para usar mis guadañas—le enseño sus manos.—Mira mi actualización.
La mano de Ogama se dividió en tres dalles, parecía una mano de tres zarpas.
—Así cuando destripe a alguien será mejor, hace tiempo que no hay intrusos—dijo Ogama.
—Si quieres, en la próxima misión te solicito como ayudante.
—¿Lo harías?
—Oye, ¿para qué están los compañeros?
Llegaron al laboratorio, Ogama dio vuelta a su puesto mientras Kasai entraba. Vio al doctor con el proyecto, un humano con muchos cables y un exoesqueleto.
—¿Es ese el gran Kasai Maguma?—pregunto el científico.
—Supongo que habrá recibido la mercancía.
—Perfecto para el corazón.
—¿Humano?
—Artificial, tú siempre serás el único con piezas humanas naturales.
—¿Por qué?
—Tú me lo pediste, al igual que olvidar tu pasado. Y ahora será mejor que vayas a descansar, prono tendrás tu próxima misión.
Kasai obedeció, salió del laboratorio y se dirigió hacia un ascensor. Bajó hasta una sala llena de cápsulas de cristal con otros proyectos como él. Se adelanto hasta la columna trece, a la derecha y subió a la numero trece. Se metió, la cápsula se cerró e inició el sueño.
De repente su cápsula se abrió y vio las alarmas sonando. Los otros proyectos saliendo dispuestos al ataque. Intuyó que atacaban la base. Miró el contador de sueño de su cápsula y vio que llevaba dormido trece horas.
Salió de la cápsula de un salto, aterrizó en el suelo y se topó con Buki, un proyecto equipado con todas las armas que uno pueda imaginar, su desventaja consistía en que era por lo menos cien veces más pesado que los demás. Era una especie de tanque y/o acorazado en versión robot.
—¿Ejército?,¿Interpol?,¿CNI?—empezó a preguntarle Kasai.
—WPA.
La WPA, APM en castellano, era una agencia que protegía al mundo tanto de cosas del exterior como del interior. Kasi supuso que si estaban aquí es que querían destruir a todos los proyectos y a encerrar al doctor.
—Necesitamos encontrar al doctor y ayudarle a salir—le dijo.
—Te sigo.
Kasai y Buki empezaron el rumbo, pero en ese momento, se oyeron órdenes del dueño indicando que todos los proyectos debían ir a las azoteas y/o los muros para defender.
—Ya hemos oído, vamos—dijo Kasai.
Empezaron a correr hacia las azoteas, otros proyectos se añadían a ellos. Llegaron a su destino y empezaron a ponerse en filas para ver al atacante. Miles de embarcaciones rodeaban el lugar.
—Kasai—dijo Yajirushi, un proyecto lleno de saetas por todo el cuerpo,—tu mandas.
Kasai vio a lo lejos un par de portaaviones, miró a uno de los proyectos y dijo:
—Hony-Hony-Hiz—le dijo a uno parecido a él, pero en rojo,— derriba a esos portaaviones.
En seguida, Hony-Hony-Hiz se fue hacia una de las azoteas más altas y empezó a disparar grandes rayos láser hacia las embarcaciones.
—Buki y Ogama, encargaros de los acorazados, desde dentro. Mizu, haz una gran pared de agua alrededor de la base, Aisu, cuando termine la congelas. Uindo y Sutomu, no estaría mal que desatarais vuestro caos para entretenerles un rato.
Todos empezaron a obedecerle. Aisu y Mizu hicieron ese muro de hielo, cada vez lo iban reforzando. Buki y Ogama se fueron a los acorazados, Ogama tenía ganas de destripar a los soldados, sabía que Kasai había dicho “desde dentro” por él. Uindo, con sus piernas, tomó a Sutomu por las axilas y se elevaron por encima del muro, Uindu empezó a crear tornados por las demás embarcaciones mientras Sutomu descargaba una tormenta eléctrica.
Mientras tanto, Hony-Hony-Hiz había vuelto junto a Kasai y los demás proyectos.
—Portaaviones fuera de servicio.
—Muy bien, ahora todos los demás defenderemos tanto por fuera como por dentro nuestro hogar, la WPA puede contar con lo que se le antoje, así que por mucho que tengan pequeñas embarcaciones por el mar, podrían entrar con submarinos. Vamos, no quiero supervivientes.
Todos empezaron a obedecer, la mitad entraron y la otra mitad empezaron a subir al muro para disparar a las embarcaciones. Kasai, al bajar algunos pisos,empezaba a encontrarse a milicianos de la WPA. El primero llevaba un lanzallamas con el que le roció, pero Kasai iba cogiendo el fuego y se iba acercando al soldado. Cuando llegó a él, le metió una pequeña esfera ardiente en la boca y poco después el soldado explotó.
Fue recorriendo toda la base, eliminando obstáculos. Decidió volver a su objetivo principal, el doctor. Entro en un aula alargada donde muchos proyectos se habían quedado acorralados por las torretas que la WPA había colocado por cada lado de la sala. Él se hizo paso entre los suyos hasta llegar a la primera fila. Vio que las torretas disparaban bolas de fuego, pero no a los acorralados, sino a los proyectos que estaban en medio de la sala. Vio como a Aisu, el proyecto hecho de hielo, fue tiroteado por una torreta cercana. Yajirushi iba corriendo por la sala arrojando saetas a los soldados, hasta que uno le dio con un arma láser.
Viendo los pocos que quedaban allí, solo los acorralados, Kasai empezó a adelantarse lentamente. Las torretas empezaron a dispararle, pero cada bola que llegaba él la acumulaba en su interior como si nada. Cada vez que pasaba por al lado de una torreta, hacía un gesto al aire haciéndola explotar. Cuando terminó, vio a sus compañeros ir a la batalla. Osu-Ushi, un robot de aspecto minotauro, iba en cabeza embistiendo a cada soldado a su paso. Vio también que Ogama había vuelto y destripaba a los invasores por la mitad. De repente vio que un soldado le iba a colocar una especie de explosivo, pero Kasai lanzó una bola de fuego rápidamente. Ogama vio el gesto y se lo agradeció con un asentimiento.
Salió de la sala para llegar al doctor, le costo tiempo llegar, aunque tuviese que usar sus habilidades de pirómano contra los soldados. Por el camino, vio a muchos de los suyos morir, como por ejemplo Guraso, un ser hecho solo de cristal, al que lo hicieron añicos.
Por fin llegó con el doctor, estaba en el laboratorio siete, con el proyecto.
—Doctor, atacan la base y muchos de los nuestros están cayendo. Es cuestión de minutos que nos derriben. Deje eso.
—Lo estoy protegiendo de las aguas, lo camuflaré como una roca, la enviaré al fondo del mar para que no la hallen y más tarde la iremos a buscar.
El Doctor Átomo apretó un botón, la cápsula con el último ser que estaba siendo creado fue envuelta con una capa de roca. Más tarde se abrió una escotilla, se veía parte del mar. La roca que contenía al ser misterioso cayó a sus profundidades.
—Ya podemos irnos, encárgate de cada soldado. Y cuando todo esté en calma, volveremos a por Fupo Ecuso.
Fupo Ecuso, al parecer el doctor le puso a ese ser ese nombre. Kasai y el doctor empezaron a salir de la sala y pusieron rumbo a el portón principal. El plan era llegar allí abrir el puente y escapar lo antes posible.
Kasai iba librándose de los soldados mientras él y el doctor veían a muchos proyectos morir. Llegaron a un pasillo, sin llamas, sin nadie. Empezaron a corer más rápido cuando Kasai vio que una red caía sobre el doctor, de la puerta por la que habían salido aparecieron más soldados.
—Kasai, corre, huye sin mí. Es una orden. Y envía esta base al infierno—gritó su jefe.
Kasai había sido entrenado para acatar órdenes, así que no pudo resistirse a obedecer. Empezó a correr, sacando fugo de sus manos y enviándolo a cada rincón de cada pared e cada sala y pasillo por el/la que pasaba.
Cuando llegó de nuevo a las azoteas, vio que el muros hielo reforzado había sido destruido, por mucho que aún quedasen restos de él. No vio a ningún compañero suyo huir por los lados, ni siquiera el puente se había alzado. Supuso que todos habían muerto en el interior, durante la batalla, supuso que él era el último. Justo detrás de él salieron más soldados, detrás de ellos se veían las llamas y el humo que Kasai había provocado. Empezó a lanzar fuego hacia los soldados, haciendo que entraran de nuevo. Cuando lo consiguió, de su mano salió una gran mano de fuego que agarró el borde de la puerta, la cerró de golpe y la golpeó descargando todo ese fuego. Esa maniobra hizo que la puerta se sellara.
Se rodeó de llamas y subió a la azotea más alta, que estaba justo en el centro. Hizo un par de movimientos, y poco más tarde notó un temblor. Intuyó que su plan de hacer explotar los soportes que mantenían la base sobre el agua había dad resultado, luego vio como se hundía la base. Empezó a correr hacia el borde, divisó entre el humo un bote de la WPA totalmente vacío y quería usarlo, necesitaba usarlo, ya que no podía nadar. No es que no supiera ni que fuese aquafóbico. Es que al ser fuego, el agua le afectaba demasiado.
Al llegar al borde, saltó hacia el bote. Pero vio que no llegaba, así que lanzó unas pequeñas bolas de fuego debajo de él y las pisaba con los pies pareciendo que andaba por los aires, las bolas se disipaban a los pocos segundos. Unos segundos después, paró de andar y cayó sobre el bote. Inició camino a la costa más cercana.
Mientras iniciaba el rumbo vio como uno de los restos del muro de hielo caía, vio que le venía cerca, no le iba a dar pero quizá si el montón de agua que iba a salpicar. Pensó en partirlo o en deshacer ese hielo, pero solo empeoraría las cosas. Así que rezó para que no le diese nada de agua...pero no fue así. Al caer el trozo, mucha agua entró en el bote haciendo desmayar a Kasai.

Continuará.