Kasai,
Ram y Wild llegaron a Nueva York, Kasai había adoptado la forma de
avión como antaño para que Wild pudiese volar (ya que era el único
que no podía por sí solo). Cuando Kasai vio Union Square Park,
volvió a su forma original para evitar a la gente. Después de eso,
los tres pudieron aterrizar con los pies.
Kasai
se dio cuenta de que las calles cercanas estaban vacías y había
como conexiones entre los edificios hechas con grúas y otros
objetos.
—¿Que
ocurre?—preguntó Ram.
—Lleva
así un par de días—dijo Wild,—han podido desalojar las calles y
los edificios, por suerte no ha afectado a una gran zona.
—¿Cuánto?—preguntó
Kasai.
—Pues
el perímetro parece una F. Subes por la quinta avenida hasta la
calle dieciséis, donde giras a la derecha y avanzas hasta tocar el
parque, donde bajas por la calle oeste hasta la catorce, bordeas el
parque subiendo por la calle del este hasta llegar a la dieciséis,
donde giras ala derecha hasta Irving Place, bajas hasta la catorce,
donde giras y vuelves a girar hasta la tercera avenida y giras por la
doce hasta llegar a la dieciséis.
—Sí
que es una F—dijo Ram.
—Al
parecer la calle 13, la avenida 4, y la calle 15 son las únicas
calles que atraviesan el área sin formar parte de su perímetro.—dijo
Kasai,—no me parece una coincidencia.
—¿Cómo?—preguntó
Wild.
—13-4-15,
trece de abril de dos mil quince, el día que entramos en Ovarion y
Kasai acabó en el Limbo—aclaró Ram.
—Eso
no me gusta—dijo Wild,—significa que el hombre que secuestró a
Yogan sabe demasiado sobre Kasai, parece una Vendetta personal o algo
así.
—¿Quién
querría vengarse de Kasai?—preguntó Ram.
—Pues
la lista es larga—empezó Kasai,—las saetas 11 y 12, Musha, el
rey de Ovarion y algún familiar de una víctima, o una víctima, de
lo que hice en el pasado mientras era controlado por Átomo.
—Descartemos
al rey y a las saetas—dijo Wild,—murieron.
—¿Y
de qué debe vengarse Musha?—dijo Ram.
—Pero
siempre me la juega—dijo Kasai.
—¿Crees
que secuestraría tu hijo para hacerte daño?,—empezó Wild,—Musha
sabe como provocar dolor, y secuestrar no va con el.
—Tienes
razón, Musha solo mataría a alguien que me importase—dijo
Kasai,—si quisiese, sin que pueda detenerlo.
—Juntos
podríamos—dijo Wild.
—Con
Musha nadie puede—respondió Ram,—recuerda que R estuvo semanas
provocando destrozos sin que nadie pudiese pararle, de repente llega
Musha y se lo carga en un segundo.
—Será
mejor que entremos en este...laberinto neoyorquino y lo
averigüemos—dijo Kasai.
En
ese momento se fueron a una de las calles, Kasai y Ram saltaron hacia
uno de los puentes, segundos más tarde Wild les alcanzó habiendo
escalado la pared del edificio. Justo al llegar él, del otro extremo
del puente empezaron a aparecer unos lobos de fuego azul que se
dirigieron hacia ellos.
—Wild—dijo
Kasai,—¿endobimu combinado?
—¿En
serio lo preguntas?
Wild
se sacó la capucha y la máscara, Kasai coloco sus manos sobre la
cabeza de su amigo. Esperaron unos segundos, para que los canes
estuvieran cerca, y entonces atacaron. Del ojo en forma de cruz de
Wild salio un rayo láser verdoso envuelto en una espiral de fuego.
Kasai dirigía ese rayo combinado hacia los lobos. Poco a poco, cada
uno de ellos se fue apagando.
Después
de aquello, decidieron separarse. Cada uno fue entrando en los
edificios, atravesando pasillos y salas, cruzando por los puentes,
rastreando a fondo esos laberinto neoyorquino formado por edificios,
grúas y otras cosas. Cada uno, a medida que avanzaba se encontraba
con nuevos desafíos que afrontar.
Kasai
avanzaba a su paso, hasta que de repente se paró en medio de un
puente. Empezó a atar cabos sobre lo que había visto: diferentes
criaturas, todas hechas de fuego azul.
—Lo
veo y no lo creo—empezó Kasai a decirle,—solo he conocido a
alguien capaz de hacerlo,pero...lo destruí. A lo mejor pudo escapar
a tiempo, engañarme. Si sigue en pie, solo debo percibirle.
Kasai
empezó a buscar fuentes de calor por la zona. Se pasó varios
minutos, notó a Ram, a Wild, a la gente...hasta que notó algo
debajo de un edificio cercano.
Kasai
lanzó varias llamas al cielo, era un mecanismo que usaba para
alertar a sus amigos. Después, dio un salto y atravesó un edificio
desde la azotea asta la planta más baja posible. Al llegar, vio que
la fuente de calor ya no estaba, pero sí había un portal que
llevaba a algún sitio. Esperó a que llegasen Ram y Wild, y cuando
cada uno llegó a su tiempo, los tres entraron.
Continuará.
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